Interior nombra al teniente general Manuel Llamas nuevo Director Adjunto Operativo de la Guardia Civil

De un experto en inteligencia y lucha antiterrorista a un doctor en Políticas con entrenamiento como guerrillero -también en la lucha antiterrorista- y experiencia en el frente más caliente de la inmigración ilegal. La Dirección Adjunta Operativa (DAO) de la Guardia Civil tiene nuevo jefe desde la tarde de este martes, el teniente general Manuel Llamas, después de que el Ministerio del Interior haya cesado al también teniente general Pablo Salas, que tenía el mando desde el convulso mayo de 2020.

Este relevo ha sido enmarcado por fuentes de Interior y también del instituto armado en los "cambios normales al comienzo de la legislatura". Es en cualquier caso la primera decisión organizativa de gran calado tomada por el confirmado director general Leonardo Marcos.

El nuevo DAO venía siendo hasta ahora el jefe del Mando de Personal de la Guardia Civil. Ese puesto es una de las jefaturas de recursos humanos más grandes de España, con 81.955 personas en plantilla. Salas, el hombre al que sustituye Llamas, había sido clave en la lucha antiterrorista, con la emblemática señal en su currículo de la detención del dirigente de ETA Josu Ternera (José Antonio Urrutikoetxea) en Francia en mayo de 2019, mandando él el Servicio de Información de la Guardia Civil.

Guerrillero y universitario

Manuel Llamas, malagueño de Viñuela, hijo de un brigada del Cuerpo, entró en la Guardia Civil como teniente tras pasar por la Academia General Militar. Su primer destino fue el Grupo de Acción Rápida, los GAR, los guerrilleros de élite del instituto armado. Desde sus inicios como guardia boina verde se cumplen ahora 40 años, a lo largo de los cuales Llamas no solo ha ascendido en el generalato, también ha sumado títulos universitarios: doctor en Ciencias Políticas, licenciado en Derecho, graduado en Criminología y máster en Dirección de Seguridad Global, según el curriculo que ha distribuido este martes Interior.

En estos cuatro decenios, Llamas ha servido en la Unidad de Seguridad de la Casa del Rey, el Servicio de Información en Navarra, la Unidad Central Operativa (la famosa UCO) de policía judicial y el mando en tres comandancias de la Benemérita: Santa Cruz de Tenerife, Melilla y Granada.

Como doctor, ha dirigido las tesis y trabajos de extensión universitaria de destacados oficiales de la Guardia Civil. Subordinados que lo conocen desde los tiempos de la UCO lo califican de "serio y calmado", uno de ellos, y de "inteligente, templado y firme" otro veterano, en este caso de las oficinas centrales.

Llamas mandaba la enorme sección de personal de la Guardia Civil desde que ascendió a teniente general, en 2021. En la tarde de este martes, cuando se preguntaba a guardias sobre el nuevo nombramiento, opinaban más los operativos del sur que los investigadores del norte. O, lo que es lo mismo, más los relacionados con la inmigración en Ceuta, Melilla y Canarias, que los enfrascados en tareas de inteligencia antiterrorista. Es la primera vez en el último lustro que accede a la DAO un general que haya vivido Melilla y recorrido sus vericuetos políticos y sociales, marcados por la presión en la valla.

La foto de Guzmán del Bueno

La Guardia Civil termina con este relevo un año muy movido. El 23 de marzo pasado, el teniente general Pablo Salas posaba serio y silencioso detrás de la directora general María Gámez cuando ésta anunciaba a los medios su dimisión, en un salón de actos de la sede central de instituto, en la calle Guzmán el Bueno de Madrid. Junto a Salas también se colocó en la simbólica foto, en la misma grave actitud y con las mismas tres estrellas en el hombro, el teniente general que hoy le sucede como DAO.

Ocho meses después de aquel gesto de apoyo inédito no había trascendido ningún deseo de Salas de pasar a la jubilación. Este es el tercer director adjunto que rige la operativa de la Guardia Civil siendo titular de Interior Fernando Grande-Marlaska, el ministro que recuperó ese puesto después de que su antecesor del PP, Juan Ignacio Zoido, lo hubiera eliminado del organigrama.

En 2018, al poco de llegar al Gobierno, Marlaska eligió al teniente general Laurentino Ceña, que sería DAO arreciando la pandemia hasta que, en mayo de 2020, se fue en pleno terremoto por el cese por pérdida de confianza del coronel Diego Pérez de los Cobos al frente de la Comandancia de Madrid.

Fue entonces cuando Interior puso en el puesto al hasta entonces jefe de Información, Pablo Salas. Marlaska defendió su nombramiento subrayando su "trayectoria reconocida" en la lucha antiterrorista.

Un hombre de su misma generación le sucede ahora en el sillón del, en la práctica, número dos de la Guardia Civil. Llamas tiene un perfil más gestor que Salas, al haber sido jefe del Gabinete Técnico del Cuerpo y jefe de Zona en Castilla-La Mancha, al frente de uno de los despliegues más dispersos pero de mayor implantación de un cuerpo policial cuyo territorio principal es rural.

En el camino, Llamas tiene por delante algunos tramos resbaladizos: la adecuación de la Guardia Civil a un nuevo despliegue recortado en Navarra es quizá el que más. En su agenda más próxima, también la implantación de los nuevos protocolos reforzados de buenas prácticas el que ya atraviesa el instituto. Tras la salida de Llamas, en la dirección de Personal se queda al mando de forma interina el general de División Eduardo Martínez Viqueira.

En el curriculo del nuevo DAO de la Guardia Civil hay un espacio para la experiencia internacional, después de haber trabajado en en una misión de paz en el Cuartel General de la OTAN en Sarajevo y en una de apoyo policial de la UE en Guatemala.

Manuel Llamas tiene concedidas la Gran Cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil, la Gran Cruz del Mérito Aeronáutico, la Cruz con distintivo rojo de la Orden del Mérito Policial y la Orden del Mérito Civil entre otras condecoraciones.