Nueva legislatura

Navarra busca avanzar en el autogobierno sin ahondar en el debate identitario

María Chivite, que gobierna con el partido a su izquierda (Contigo Zurekin) y los nacionalistas de Geroa Bai, reivindica la "estabilidad" de su Ejecutivo, que "pacta el acuerdo y el desacuerdo”

Las representantes de PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin, María Chivite, Uxue Barkos y Begoña Alfaro.

Las representantes de PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin, María Chivite, Uxue Barkos y Begoña Alfaro. / EP

Elena Marín

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El Gobierno foral de Navarra que preside María Chivite es casi una versión en miniatura del Gobierno de la nación: la dirigente socialista gobierna con el partido a su izquierda (Contigo Zurekin) y los nacionalistas de Geroa Bai. De ahí que defiendan “la fortaleza de la pluralidad” como forma de Gobierno. “Las negociaciones son más duras, pero una vez alcanzado el acuerdo las relaciones son más estables porque se pacta el acuerdo y el desacuerdo”, señalan de distinta manera en al menos dos de las tres formaciones que conforman el ejecutivo.

El PSN es la federación socialista más pequeña de España, pero tienen en Santos Cerdán, número tres del PSOE, a su máximo representante. Con él al frente de Ferraz la relación con Moncloa se presupone fluida, pero el reto de la presidenta navarra es que la presencia del PNV como valedor de ambos gobiernos no implique que se lleve los méritos a nivel local.

Chivite tiene intención de seguir avanzando en el autogobierno. Tras 20 años sin recibir transferencias, en la pasada legislatura el ejecutivo foral asumió las competencias de Tráfico y la sanidad penitenciaria, y ahora le queda ajustar sus plantillas para que la gestión sea la adecuada. Y en esta que comienza está previsto que se ejecuten también las transferencias relativas a becas e investigación, precisamente una de las cuestiones que el PNV, núcleo duro de Geroa Bai, ha querido destacar entre las cosas que ha conseguido arrancar a Pedro Sánchez a cambio de sus votos. El desafío de Chivite en este camino es que la asunción de competencias sirva para reforzar su gestión pero se mantenga lejos de discursos que ahonden en las reivindicaciones identitarias o de construcción nacional propias de los nacionalistas, según reconocen en su entorno.