Tensión ante la investidura

La policía dispersa con una carga una concentración antiamnistía que sitiaba la sede socialista de Ferraz

Santiago Abascal y las juventudes de Vox emergen en los escraches contra el PSOE

Juan José Fernández

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La ira de la derecha contra la amnistía se ha desbordado en la noche de este lunes en la calle Ferraz de Madrid. Los antidisturbios de la Policía Nacional han terminado disolviendo con porras, humo y gas picante una concentración que cercaba a la sede federal del PSOE, cuando los más violentos de los asistentes amenazaban con superar las vallas y el cordón policial que protegían el edificio.

Han sido 3.800 los congregados -según recuento de la Delegación del Gobierno en Madrid- que una vez más han seguido una convocatoria difundida por redes sociales. Se les invitaba a protestar ante una sede vacía y cerrada a cal y canto desde la tarde por motivos de seguridad. La tensión de la algarada se ha saldado con cuatro detenidos.

A la hora y media de comenzar registró la manifestación los primeros incidentes, cuando la multitud hacía su primer intento de rebasar a los antidisturbios. De los que se llevan organizando ante la sede principal del PSOE desde la pasada semana, este ha sido el escrache más bronco.

Esta es el principal de una serie de convocatorias ante sedes socialistas a las que llamaban numerosos activistas de derecha y ultraderecha este lunes en diez ciudades españolas. Entre ellas, también Barcelona, Sevilla, Valencia, Zaragoza y Tarragona.

Los manifestantes han coreado lemas contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el expresident Carles Puigdemont, pidiendo prisión para ambos. "Madrid será la tumba del sanchismo", gritaban.

La protesta ha profesionalizado sus pancartas, que sustituyen a las cartulinas pintadas a mano de las primeras concentraciones de la pasada semana. Ahora los lemas en favor de la unidad de España y contra la negociación de la investidura entre socialistas e independentistas catalanes, que se resume como "la traición" y "el golpe", aparecían en pancartas impresas mecánicamente.

Entre consignas habituales, como el cántico del "Que te vote Txapote", han aparecido nuevos lemas; y a la colección de insultados ha sido incorporado el exministro y primer secretario de los socialistas catalanes, Salvador Illa. Gritaban “Illa, Illa, Illa, la valla a Melilla”.

Políticos presentes

El líder nacional de Vox, Santiago Abascal, había emitido un tuit anunciando que iba a participar en la concentración. “Vamos a Ferraz”, dijo escuetamente. Y apareció, pero en la parte trasera de la zona principal de la protesta, donde ha aprovechado el acontecimiento para hacer declaraciones. Abascal ha explicado que se manifestaba él también porque Pedro Sánchez "está vendiendo la nación, pisoteando la Constitución, destruyendo la igualdad entre ciudadanos y regalando una amnistía que es contra la Constitución, solo por votos para mantenerse en el poder".

No ha sido el único dirigente de Vox presente en el escrache. El vicepresidente de la Junta de Castilla y León y líder castellano de Vox, Juan García-Gallardo, se ha colocado en primera fila, con la facción más alterada de la multitud, hasta que ha llegado su jefe político. 

Concentración en la sede del PSOE contra la amnistía

Concentración en la sede del PSOE contra la amnistía / Jose Luis Roca

No es la primera vez que dirigentes políticos toman parte en estas manifestaciones apócrifas, que no se comunican a la Delegación del Gobierno. El pasado sábado participaba en una de ellas, incluso liderando un corte de la vía pública, la expresidenta de la Comunidad de Madrid, esperanza Aguirre.

Las manifestaciones no se convocan por partido alguno, pero este lunes se ha notado la inspiración organizativa de Vox. Con una bandera nada artesanal, y colocando bafles por los que retumbaba el himno de España, ha hecho su estreno Revuelta, la rama de juventudes con que la formación de Abascal quiere extender su batalla.

Pero no solo estaba Vox. Había también en la primera línea de la concentración un nutrido grupo de falangistas. Uno de sus líderes, Martín Ynestrillas, ha protestado en la red social X contra la Policía, a la que llama "la fuerza mercenaria de Marlaska".

Neutralizar a la policía

Ha acudido la multitud a los alrededores del número 70 de la calle Ferraz de Madrid en la misma jornada en que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha llamado a los españoles a movilizarse en la calle -si bien el donmingo próximo y no de esta manera- y el mismo día en que el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ha emitido un auto que atribuye delitos del ámbito del terrorismo a Carles Puigdemont y la dirigente republicana Marta Rovira por supuesta implicación en el Tsunami Democràtic.

El PSOE ha exigido en vano a Feijóo que condene el acoso a sus sedes. Todo esto, en un día en el que se ha ido haciendo viral en Telegram una sugerencia -a medio camino de la instrucción- de un conocido propagandista de la ultraderecha recomendando acciones de resistencia no activa y obstrucción a los policías antidisturbios que, de momento, no se han visto en Ferraz.

El parecido con los consejos para bloquear la calle que impartía la Asamblea Nacional Catalana en los días del estallido del procés es notable. En este caso, el prontuario del manifestante ante sedes socialistas recomienda abrazar a los agentes para que no puedan moverse.

El folleto que divulga desarrolla la idea en forma de pregunta y respuesta:

“¿Qué ocurre con la Policía?

Hace su trabajo

¿Cómo lo hacen?

Montan cordones policiales y zonas de seguridad

¿Para qué?

Para que la manifestación no penetre hasta su objetivo.

¿Qué necesitamos?

Romper los cordones policiales.

¿Cómo lo vamos a hacer?

Abrazando policías.

¿Es legal?

Las muestras de afecto son legales.”

El folleto incluso especifica cuánto tiempo hay que sujetar al agente: “Entre 20 y 30 segundos. Luego hay que correr. ¿Y si el agente se residete al amor?” Me quedo colgando hasta que se caiga al suelo”.

El divulgador de este manual considera: “Cada agente lleva 25 kilos en material. Tiene que ocupar las manos en proteger su material, el cuerpo a cuerlpo les perjudica. El casco es incómodo y reduce su visibilidad”.

El propósito final, dice el folleto “no es hacerles daño, es romper suy línea y correr”, dado que “el entrenamiento de los agentes es muy limitado, en el cuerpo a cuerpo no pueden usar la porra ni la escopeta”.

Al final de la algrada, cuando la carga policial y las carreras de los manifestantes se disolvían dejando un reguero de bolsas de basura y papeleras esparcidas por la calle, un nutrido grupo de personas se ha refugiado en la iglesia del Inmaculado Corazón, en la calle Marqués de Urquijo. Esa gente ha ido saliendo después poco a poco. Entre ellos, un alterado participante gritaba a la policía un lema ensayado: "¡Maldita sea la democracia y su hija bastarda, la Constitución!".