Audiencia de Barcelona

El 'exconseller' Miquel Buch, condenado a 4 años y medio de cárcel por el escolta de Puigdemont

Aragonès, tras conocer la sentencia, ha expresado la necesidad de la amnistía, mientras Puigdemont califica de "babarie" la actuación de España

El fiscal mantiene su petición de 6 años al 'exconseller' Buch por el escolta de Puigdemont

Condenan al 'exconseller' de Interior Miquel Buch a cuatro años y medio de cárcel

Condenan al 'exconseller' de Interior Miquel Buch a cuatro años y medio de cárcel. / DAVID ZORRAKINO / EUROPA PRESS / VÍDEO: EUROPA PRESS

J. G. Albalat

J. G. Albalat

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La Audiencia de Barcelona condena a 4 años y medio de cárcel y 20 años de inhabilitación al 'exconseller' de Interior Miquel Buch, al que se le atribuye haber facilitado un servicios de escolta al 'expresident' Carles Puigdemont en Bélgica y crear una plaza de asesor para que esta labor corriera a cargo del erario. El tribunal de la Sección Segunda considera al exmiembro del Ejecutivo catalán culpable de los delitos de malversación de fondos públicos y prevaricación (dictar una resolución arbitraria). Además, el mosso Lluís Escolà Miquel, la persona que realizó esta labor, ha sido condenado a 4 años de prisión y 19 de inhabilitación. Ambos deben devolver los 52.712 de euros percibidos por el agente al ser contratado como asesor. Los jueces han aplicado la atenuante de dilaciones indebidas durante la tramitación de la causa, lo que ha supuesto una pena menor.

“Sorprende esta agilidad y rapidez y viendo el resultado de la sentencia que es condenatoria, pienso de una forma injusta y muy bestia, da la sensación que habían mucha prisa para condenar” aseguró Buch este jueves tras recoger el fallo judicial en la Audiencia de Barcelona. El ‘exconseller’ ha anunciado que recurrirá y ha vuelto a defender que su actuación fue correcta. “Nos han condenado con una extrema dureza”, concluyó. "Ahora y siempre, la amnistía y la autodeterminación son el camino”, ha subrayado el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, tras conocer la resolución. Mientras el expresidente Carles Puigdemont ha calificado la condena de "barbarie que acaba de cometer España, con los jueces y los fiscales enfrente. España está podrida en sus fundamentos y las órdenes del rey de ir a por todos nostros continúan intactas (....) Los condenan como un acto de vengaza y de represalia".

El tribunal recoge la versión de la fiscalía que reclamaba a Buch seis años de cárcel. Los magistrados sostienen que Buch nombró asesor a Escolá, con quien Puigdemont mantenía "una estrecha relación y afinidad, no solo profesional, sino personal", el 27 de julio del 2018, "conscientes ambos de que dicho nombramiento no tenía por objeto real, sino dar cobertura remoneratoria" a la función de protección del expresidente en Bélgica. Esta labor, a su enteder, la había desarrollado desde el 30 de octubre del 2017, tras haber ayudado al exmandatario catalán a huir de España. El agente, precisa, realizó numerosas salidas al extranjero hasta su cese como asesor el 11 de marzo de 2019. Así viajó en esa época no solo a Bruselas, sino a varios países Europeos, como Alemania, Holanda, Dinamarca, Suiza o Irlanda. Hasta 48 traslados en avión en días laborables entre el 31 de julio de 2018 al 24 de febrero de 2019.

Más de 100 días fuera de España

Después de los intentos para que Puigdemont continuara teniendo las prerrogativas como 'expresident', el 12 de julio de 2018, el entonces director general de los Mossos dirigió una carta a la secretaría de Estado de Seguridad en la que le instaba, si lo consideraba oportuno, a organizar la seguridad del exmandatario en el extranjero. No obstante, y sin esperar respuesta y "ante la negativa previsibilidad de autorización", Buch decidió seguir adelante, según la sentencia. Para ello, subraya, asignó una plaza de asesor en la Conselleria de Interior a Escolà, "a sabiendas" que este "no desempeñaría, efectivamente, dichas funciones" y cuya "única finalidad" era "dar cobertura" a la protección y seguridad de Puidemont. Sus honorarios ascendieron a 52.712 euros que, según los magistrados, fueron percibidos "indebidamente".

La conducta de Buch, alude la sentencia, "cometida desde su posición institucional como 'conseller' de Interior "supuso una contravención patente, fraglante y clamorosa" del ordenamiento jurídico, "contraria a las exigencias de objetividad en el servicio de los intereses generales y sometimiento a la ley". Para el tribunal, ha quedado "acreditado, sin género de dudas, ni ambiguedades" que bajo la cobertura de asesor de Interior, Escolà "vino desarrollando funciones ajenas a aquellas para las que, formalmente, había sido designado, y en concreto funciones de protección" de Puigdemont fuera de España.

Los testigos claves

Como prueba de ello, los jueces hacen mención a los testimonios del intendente de la División de Investigación Criminal, Toni Rodríguez, que se encargó de la investigación, y del subinspector del mismo cuerpo que actuó como secretario de las diligencias judiciales. Los togados no aprecian en ellos "ningún motivo de incredibilidad subjetiva o intención espúrea". Su intervención, detalla la sentencia, "se debió única y exclusivamente a la función que, legalmente, les fue conferida, efectuando un relato pormenorizado" de las pesquisas y los métodos para la "obtención de elementos objetivados", como la información de los viajes Escolà o las imágenes de este mosso en actos en los que participaba Puigdemont. Para los jueces, la decisión de Buch de nombrar a este mosso asesor fue "arbitraria".

La resolución también recoge las declaraciones de varios mossos que destacaron en el juicio que, tras analizar algunas fotografías, el posicionamiento en los desplazamientos de Escolà era "compatible" con las funciones de protección de Puigdemont. "Actitudes y posicionamientos algunos evidentes y explícitos, incluso a ojos profanos en la materia", precisa. Para esa misión, recalca, "no sería indispensable un equipamiento especial", como argumentaron las defensas. La actitud del mosso condenado en los actos del expresidente en el extranjero, indice la sentencia, plasman actitudes "no ausentes de seriedad y cierta tensión", que no corresponden a un "mero asistente" y tampoco pueden calificarse de "deformación profesional", como el acusado aseguró. A todo ello, hay que añadir los mensajes en las redes. "Ahora mismo, 100 días de viaje, mañana 100 días de exilio. Seguimos", reazaba uno de ellos. Los jueces, incluso, dudan de la autoría y fechas de los informes o notas (simples, con vaguedades y "de absoluta inutilidad", subrayan) que entregó Escolà para justificar su labor como asesor.