Ruptura en la derecha

Abascal muestra su "perplejidad" después de que el PP deje a Vox fuera de la Mesa del Congreso

Abascal dice sentir "perplejidad" al ver que finalmente el PP no prestó sus votos para que Vox tuviera un puesto. Reconoce que tendrá que volver a hablar con Feijóo si decide ir a una investidura, pero evita retirar su apoyo

Santiago Abascal y Pepa Millán

Santiago Abascal y Pepa Millán / EFE

Paloma Esteban

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PP

y

Vox

rompieron sus conversaciones en la mañana de este jueves para la Mesa del Congreso de los Diputados. El partido de

Santiago Abascal

se queda fuera del órgano de gobierno de la Cámara al decidir el PP que no le cederá sus votos para que obtenga un puesto. Fuentes de la dirección de Vox reconocen su fuerte malestar con Alberto Núñez Feijóo: "Es la primera vez en la historia que la tercera fuerza política se queda fuera".

El propio Santiago Abascal compareció al término de la sesion para denunciar “la auténtica vergüenza” del pacto entre el PSOE “los golpistas y un prófugo de la justicia”, “repartiéndose la Mesa de la soberanía nacional con juramentos ilegales”. Aseguró, además, que tras la votación de hoy “estamos mucho más cerca de un Gobierno de destrucción nacional que acuerde un referéndum de autodeterminación”.

Sin embargo, no retiró de manera definitiva su apoyo a Feijóo, a pesar de haberse quedado fuera de la Mesa. Lo dejó en el aire, mostrando su “perplejidad” por la actuación del PP, que deja a la tercera fuerza de la Cámara sin un lugar en el órgano de gobierno parlamentario, pero consideró que ese asunto es “una cosa muy pequeñita frente al ataque inédito a la unidad nacional”.

“Me cuesta responder a esa pregunta”, dijo, en referencia a si retira su apoyo gratuito al dirigente gallego si va a una investidura. Pero luego reiteró: “Tendremos que volver a preguntar al PP si va a hacer esfuerzos para evitar ese Gobierno de destrucción. Les ofrecimos nuestro apoyo para evitarlo”.

Fuera de la Mesa

La idea inicial pasaba por que el PP prestara sus votos para que Vox tuviera un puesto a cambio de que los de Abascal apoyaran la candidatura de Cuca Gamarra a la presidencia de la Mesa. Pero al confirmarse 

el acuerdo entre Junts y el PSOE

 (al que luego se sumó ERC, confirmando ya que la socialista Francina Armengol será la próxima presidenta de la Cámara), el PP decidió terminar con sus conversaciones con la extrema derecha.

Los 137 diputados de los conservadores, que son el primer partido de la Cámara, le garantizan por sí solos dos vicepresidencias y dos secretarías. Ayer Abascal dejó clara su aspiración a una vicepresidencia y confirmó que estaba negociándola con el PP.

La decisión de los populares ahonda en las pocas posibilidades que Feijóo tiene de salir investido presidente. El hecho de romper públicamente con Vox y que los de Abascal hayan votado su propio candidato para los puestos de la Mesa significa que, de facto, el PP pierde el apoyo de los 33 de Vox. Hasta ayer mismo el líder del PP reivindicaba su victoria y decía tener 172 apoyos.