Polémica por el aborto

La tensión se eleva en Castilla y León: Mañueco se reserva el cese de García-Gallardo si no enmienda su "deslealtad"

El presidente de la Junta se harta de su vicepresidente de Vox

Alfonso Fernández Mañueco y Juan García-Gallardo

Alfonso Fernández Mañueco y Juan García-Gallardo / Raúl García / EFE

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“Estamos hartos”. La tensión entre PP y Vox, los dos socios de la Junta de Castilla y León, se corta y la confianza entre el presidente, Alfonso Fernández Mañueco, y su vicepresidente, Juan García-Gallardo está "quebrada" por lo que el popular considera una actitud "desleal" en la polémica del protocolo sobre las mujeres embarazadas. Aunque no contempla la convocatoria de elecciones anticipadas, la paciencia de Mañueco se ha agotado e, incluso, se reserva su cese si no corrige su "deslealtad", según informa El Confidencial.

Fuentes populares consultadas por ese diario ya subrayan que Gallardo merece un "correctivo" y que su expulsión sería por “pura autodefensa” y no tendría que suponer la salida de Vox del Ejecutivo autonómico.

Este descontento también lo describe Paloma Esteban en 'El Periódico de España'. La cuestión, más allá de las implicaciones nacionales, es que el presidente no esconde su hartazgo, por lo que ve “meteduras de pata” de Gallardo. Y en su entorno, insisten: “Si sigue forzando la máquina, él sabrá. Le auguramos poco futuro dentro del Gobierno”.

Sin embargo, aún falta por saber cómo reaccionará Vox. Este mismo martes, Ignacio Garriga ha avisado de que "revisarán si siguen el gobierno de Castilla y León si no se cumplen los compromisos del acuerdo que hizo posible el ejecutivo y que ahora pretende sacar adelante el protocolo sobre el aborto. Exigiremos que se cumpla el acuerdo", ha dicho. 

Gallardo, señalado

El asunto no es menor y, por eso, todas las miradas se dirigen a Gallardo. Incluso Santiago Abascal aseguró un día después del anuncio del vicepresidente que “realmente obligatorio no había nada”. En el PP muestran una cierta sorpresa ante lo que consideran “vaivenes constantes” de Gallardo.

En todo caso, y ante el revuelo generado, los populares no ven viable que se rompa la coalición autonómica, ni tampoco está encima de la mesa un adelanto electoral. Cosa distinta es la figura de Gallardo, que para el PP “ha quedado muy tocada”. 

A pesar de los quebraderos de cabeza que en distintas ocasiones ha provocado Vox dentro del PP castellanoleonés, en el entorno de Mañueco se esfuerzan por resaltar que el Gobierno “funciona razonablemente bien”, y que si no fuera por los “exabruptos” de algunos dirigentes y muy especialmente del vicepresidente (ya hubo otra polémica sobre la supuesta “banalización del sexo”, cuando Gallardo dijo que “a veces se olvida que el fin del sexo es la procreación”, siempre dentro de su agenda antiaborto) no habría polémicas tan profundas como estas.