Tensiones en la izquierda

Los 'comuns' toman partido por Yolanda Díaz en su pulso con Pablo Iglesias

El partido de Ada Colau cierra filas con el proyecto de Sumar, donde defiende que esté Podemos, porque le atribuye más potencial para recoser el espacio y atraer más apoyos electorales

Yolanda Díaz, con Ada Colau, Jéssica Albiach y Candela López, en un acto de Sumar

Yolanda Díaz, con Ada Colau, Jéssica Albiach y Candela López, en un acto de Sumar / QUIQUE GARCÍA / EFE

Sara González

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No es ningún secreto que los 'comuns' son el principal puntal de Yolanda Díaz para impulsar Sumar como proyecto con vocación de trascender la galaxia que orbita alrededor de Podemos y recuperar el fuelle electoral que ha ido menguando a la par que proliferaban las divisiones internas. Es por ello que, ahora, ante el pulso que la vicepresidenta del Gobierno libra con Pablo Iglesias por el diseño de una plataforma que aún no ha confirmado que concurra a las elecciones, el partido de Ada Colau tiene claro su apoyo. Sin tapujos verbalizan que el liderazgo de Díaz es "indiscutible" y que si hay un valor en alza que tenga "potencial" ante las urnas es ella. Eso sí, partiendo de la base que Podemos debe continuar siendo un "aliado estratégico" del que no se puede prescindir.

"Nuestra apuesta es clara, tenemos una sinergia personal y política con Yolanda, su liderazgo es una oportunidad a nivel estatal", sostienen fuentes de la dirección de los 'comuns', que recuerdan cómo fue precisamente Iglesias quien bendijo la apuesta por ella y cómo la demoscopia le otorga unas buenas perspectivas. O, por lo menos, según los fatos internos que manejan, mejores de las que ha gozado el partido morado hasta que Díaz tomó las riendas tras la salida de Iglesias de la Moncloa. Y es que su liderazgo como ministra de Trabajo y su talante, subrayan, "encaja con lo que requiere" el difícil contexto político y social.

Con los socios catalanes, la sintonía de la vicepresidenta del Gobierno es total, una relación más fluida que la que tuvieron en su día los 'comuns' con el fundador de Podemos, con quien -a excepción de dirigentes como Xavier Domènech o Jaume Asens- los vínculos se circunscribieron más en la convivencia política -no exenta de episodios de rifirrafes- que no en los lazos personales. El claro ejemplo es Ada Colau, que desde el principio marcó su propio territorio y cuyo proyecto ha logrado eclipsar la marca Podem Catalunya, más simbólica que con peso real dentro del espacio. Ahora, en cambio, la alcaldesa de Barcelona es un pilar para Díaz. "Ahora que Pablo no tiene responsabilidad de Gobierno, la relación es distinta. Colau tiene una relación fluida con Díaz y con Ione Belarra", explican.

Jéssica Albiach, la líder de los 'comuns' en el Parlament, se alineó en su día con Íñigo Errejón en la pugna con Iglesias, aunque después de Vistalegre 2 y la escisión que sufrió Podemos, rehízo puentes políticos con Iglesias. Pero eso no quita que, en estos momentos, la apuesta estratégica para ella sea Díaz, cuyo equipo tiene una estrecha relación con el suyo. De hecho, dos de los principales asesores de la vicepresidenta lo fueron antes de Albiach. Pero lo más significativo es que la misma hoja de ruta vigente de los 'comuns' explicita que el crecimiento de la izquierda alternativa catalana pasa por "hacer presidenta" a Díaz.

Los 'comuns' empatizan con el objetivo de superar la lógica de cuotas de partidos para impulsar Sumar porque entienden que es el mismo proceso que hicieron ellos en Catalunya, camino que tampoco estuvo exento de dificultades y que culminó con un acuerdo para presentarse siempre juntos a las elecciones y una relación con pocas discrepancias públicas en las que es Catalunya en Comú quien lleva claramente la batuta. Prueba de que la situación está apaciguada es que al acto de presentación de Sumar en Sabadell acudió también la cúpula catalana de los morados. Eso no quiere decir que Podem Catalunya lea la situación estatal con distintos matices.

"Aquí ambas partes hemos sido generosas y ha habido un reconocimientos de los espacios preexistentes", sostienen fuentes de la dirección catalana de los morados. Apuntan que, en el caso de Sumar, que es un proyecto que todavía "no ha despegado" a nivel ideológico y organizativo, "ha faltado empatía" con Podemos y se han producido "gestos que no han sentado bien". El último ejemplo: la falta de apoyo a la ministra Irene Montero ante el alud de críticas por la ley del 'sólo sí es sí'. "El trabajo hecho en Catalunya puede ser referente", dejan caer.

El riesgo de la ruptura

Es por ello que reclaman que le conceda a Díaz el "tiempo y el espacio" para lograr el objetivo de incorporar los actores políticos preexistentes en el espacio, pero también otros nuevos. "Hay que dejarla trabajar y dejar que lo haga con discreción", piden fuentes de los 'comuns' en alusión a los exabruptos de Iglesias exigiendo a Díaz "respeto" para Podemos y tachando de "reaccionarios" los discursos que defienden prescindir de los partidos. "La política no va de hacer ruido, ni de insultar", replicó la vicepresidenta. Y es bajo ese paraguas que los 'comuns' reclaman que el debate público se centre en los retos económicos y sociales y no en la batalla interna. "Los debates partidistas acostumbran a penalizar", advierten.

Pero si hay una cosa que aterra al partido de Colau es la mínima posibilidad de que se produzca una ruptura irreversible que desemboque en candidaturas separadas en las elecciones. Ante las pulsiones que puedan haber tanto en la órbita de Díaz como de Iglesias, los 'comuns' encienden todas las alarmas y avisan que su empeño será impedirlo. "Eso sería un desastre para la izquierda transformadora, así que haremos todo lo posible para que no pase".

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