Sánchez y Feijóo acaban en tablas su primer duelo en el Senado

El presidente y el jefe de la oposición empezaron el cara a cara centrados en la economía, con la pregunta planteada por Feijóo, pero después ya se lanzaron reproches conocidos. Los dos más importantes: uno no quiere que el Gobierno siga con los independentistas como socios, el otro, reclama que el PP se abra a pactos y negocie ya la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

El líder del PP se lanzó a la crítica más política y repetida de su intervención: “No debería usar solo los votos del PP cuando no le llegan los votos de Bildu o ERC. Eso es resistir, pero no es gobernar. Podría estar a la altura de la mayoría de los españoles y no de las minorías independentistas”, zanjó.

El político gallego repitió el eslogan que estrenó la semana pasada después de que un fotógrafo captara a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, con una carpeta en la que se veía un informe en el que se analizaba el llamado ‘efecto Feijóo’ que disfruta el PP tras su elección como presidente: “Olvídense del ‘efecto Feijóo’ y preocúpense del ‘efecto inflación’”.  

En este sentido, el máximo líder de los populares le insistió en que aplique el plan fiscal que presentó hace un mes y medio, en el que se incluyen rebajas de impuestos a las rentas medias y bajas y la disminución del IVA al gas, para que las familias recuperen parte de los “4.000 millones” que, según Feijóo, ha recaudado el Estado de más por el alza de los precios. 

Error con la prima de riesgo

En esa parte de su exposición, y para sustentar los nubarrones que ve en la economía española, Feijóo afirmó que la prima de riesgo ya está "en 250 puntos, la más alta desde verano de 2014". Sin embargo, este martes ese indicador estaba en 113. El político gallego confundió con la prima de riesgo con el tipo de interés del bono a 10 años (2,5%). La dirección del PP quitó importancia al fallo, el Gobierno se regodeó en el error. "Pone de relieve que tiene que rodearse de mejores asesores en el ámbito económico", declaró la vicepresidenta Nadia Calviño.

En la réplica, Sánchez recordó los 14 acuerdos con los agentes sociales, incluida la reforma laboral, la revalorización de las pensiones con el IPC y los cambios para mejorar la financiación del sistema de dependencia. "Hemos llegado a acuerdos con todos los grupos parlamentarios salvo con la ultraderecha y con ustedes". declaró. "Ustedes lo único que han hecho es estorbar, estorbar y estorbar en estos años de legislatura", continuó.

A Feijóo le molestó mucho el comentario y respondió de inmediato: “Vengo a sumar y a construir. Y a demostrar que España merece un gobierno mejor. Yo no le voy a decir que está estorbando, y a insultos me gana usted siempre. He venido a ofrecer una alternativa”, concluyó.

En la segunda y última intervención de Sánchez, el jefe del Ejecutivo aprovechó para recordar el pacto del PP con Vox en Castilla y León y le afeó que haya hablado "mal" de España en Bruselas. Feijóo ya no tenía ningún turno para replicar. El primer cara a cara había acabado y lo hizo en tablas.

Fuentes de la dirección del PP mostraron su sorpresa por los "insultos" y lamentaron que en el debut del dirigente gallego "recurrieran a esa maniobra". Esas fuentes señalaron que el líder de los populares podría haber sacado en su intervención inicial el insulto que le dirigió este fin de semana el presidente del PSOE de Andalucía, Manuel Pezzi, que le llamó "tontopollas", pero decidió no hacerlo para cumplir su palabra de "no azuzar la crispación".

En la Moncloa salieron satisfechos del debate y consideran que les irán "muy bien" estos cara a cara en el Senado que habrá a partir de ahora entre el presidente y el líder de la oposición para "subrayar el valor" de la gestión del Gobierno.

Estilo diferente a Casado

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Para el líder del PP era muy importante dar la batalla “de las formas” en su primer duelo. Primero, para marcar la diferencia con la etapa de Pablo Casado y, segundo, para dejar clara su propia impronta. Por eso, ya arrancó su turno de palabra asegurando que “no se reconoce” en la política de “las descalificaciones, los insultos y la falta de propuestas y reflexiones”. “No he venido aquí a insultarle, sino a hacer oposición, pero la verdad es que estoy muy ayudado por algunos de sus ministros”, aseguró.

Sánchez también aprovechó para recordarle que “ya le ofreció un pacto constitucional” para quitar la palabra disminuido de la Constitución, y le recordó su gobierno con Vox en Castilla y León, con una referencia expresa a la manera en la que dirigió el vicepresidenta a una diputada socialista. “Aquello no fue sorprendente, sino aberrante”, zanjó el presidente. “Hable alto y claro cuando hablamos de las personas con discapacidad”.