Conflicto político

ERC llama al “desbordamiento democrático” para reforzar su posición en la mesa de diálogo

La ponencia política de la conferencia republicana de marzo no considera la movilización solo un plan b, sino algo imprescindible

Raül Romeva

Raül Romeva / periodico

Xabi Barrena

Xabi Barrena

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ERC quiere afrontar el futuro inmediato, es decir, este año y, sobre todo, un 2023 que promete emociones fuertes (con el ciclo electoral compuesto por las municipales y las generales) con un espaldarazo de sus bases a la estrategia de la dirección en lo que hace referencia al conflicto político. El próximo 12 de marzo, en la conferencia política republicana, se procederá a la votación de la “actualización” de esa estrategia, una hoja de ruta que apuesta, sin ambages, por la mesa de diálogo y, que no 'o', por la "movilización y el desbordamiento democrático".

Los republicanos gustan de usar el término GPS, en lugar de ‘hoja de ruta, y con ello tratan de decir que saben cuál es la meta, la independencia, pero que el camino hacia ella no está, aún, cartografiado. En cualquier caso, el vehículo que los republicanos consideran oportuno para recorrer ese camino aun no trazado es la mesa de diálogo y negociación. Justo cuando arrecian las críticas al foro por su presunta inutilidad. 

La mano de Romeva

Los republicanos, en la ponencia política, que ha redactado Raül Romeva y que lleva por título ‘Escrivim el futur republicà’, señalan que “ni somos ingenuos, ni desconocemos la historia” y que por eso “tanto para reforzar nuestra posición, como para estar preparados si la negociación no da los frutos esperados” hay que “construir alternativas para afrontar el embate democrático que queremos ganar”. Y como ya se explicitó en la conferencia política de hace cuatro años, la ponencia asevera que “no renunciamos a ningún instrumento democrático” que permita llegar a la independencia. No se detalla el tipo de acciones más allá de que sean “acciones de desobediencia política y social hasta acciones de desbordamiento democrático”.

Es esta, la principal variación en el ‘GPS’ republicano. No considerar estas acciones solo un plan b para 'cuando fracase la mesa', sino un elemento imprescindible para reforzar la posición del Govern en esta mesa de negociación. Es decir, que, sí o sí, deben tener lugar.

Los republicanos pretenden, asimismo, explicar para qué se quiere la secesión. El texto hace distintas propuestas para la sociedad catalana tanto para el 2030 como para el 2040. Sin que ello signifique que sean las fechas en las que se prevea la ruptura. “Son escenarios deseables para los que hay que empezar a trabajar ya mismo”, apunta ERC.