Camino al 4-M

Iglesias se pone el traje de campaña y se despide acusando los "limites y contradicciones" del PSOE

El exvicepresidente asegura haber comprobado que existe una "oligarquía" que trata de ganarle el pulso al Gobierno

El líder morado destaca el "trabajo extraordinario" de Díaz, que será nombrada vicepresidenta tercera el próximo miércoles

Sánchez transmite su "cariño y afecto" al secretario general de Podemos durante su último Consejo de Ministros

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias durante el último Consejo de Ministros del líder morado

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias durante el último Consejo de Ministros del líder morado / Pool Moncloa / Borja Puig de la Bellacasa

Miguel Ángel Rodríguez

Miguel Ángel Rodríguez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Pablo Iglesias ya está fuera del Gobierno de coalición. O, lo que es lo mismo, Pablo Iglesias ya está metido en la batalla electoral por la Comunidad de Madrid. Este martes, el líder de Unidas Podemos apenas tardó unos minutos en desprenderse del traje vicepresidente y ministro de Derechos Sociales tras su último Consejo de Ministros y ponerse el de candidato al 4-M. En un vídeo de apenas tres minutos, se despidió del Ejecutivo, aplaudió la labor de los morados y acusó los "límites y contradicciones" de convivir en el Gobierno con el PSOE. Acto seguido se fue a su primer acto de precampaña. 

Tras 441 días en el Ejecutivo de coalición, Iglesias despachó esta etapa de manera rápida. "Ha sido un honor ser vicepresidente del Gobierno de España", aseguró, tras reconocer que el Gobierno es "un instrumento con una enorme capacidad para movilizar recursos y mejorar la forma de organizarnos". A partir de ahí, el discurso del exvicepresidente adquirió una deriva electoralista. "He confirmado que enfrente del Gobierno hay oligarquías que ejercen su inmenso poder político, económico y mediático para que las instituciones defiendan sus intereses y no los intereses de la mayoría", sentenció para, a renglón seguido, señalar que a estas dificultades se sumaban los "límites y contradicciones" de gobernar con los socialista.

No se olvidó tampoco de la gestión de la pandemia. Sin quedar claro si se refería a la coalición, en general, o a Unidas Podemos, en particular, alabó el haber logrado afrontar "la crisis de una manera completamente distinta a como se hizo en el pasado". Y, además, se congratuló a si mismo por haber cerrado su estancia en el Gobierno con la aprobación del reparto entre las comunidades autónomas de más de 238 millones de euros para el sistema de dependencia, uno de los objetivos de su vicepresidencia.

El primer choque

Apenas unas horas después de salir de su último Consejo de Ministros y sin tiempo siquiera para que Pedro Sánchez anunciase desde la Moncloa su sustitución por Yolanda Díaz como vicepresidenta tercera, Iglesias ya estaba en su primer acto de cara a las elecciones del 4-M. El líder morado, arropado por algunos miembros de su candidatura como Isa Serra y Jesús Santos, se reunió en Coslada con una asociación de vecinos. 

A su salida, una decena de exaltados empezaron a abuchearle. En medio de gritos de "fuera la casta de nuestros barrios", Iglesias, ducho en estas lides, se enfrentó a ellos. Apenas un breve intercambio de palabras. La precampaña del exvicepresidente estaba inaugurada. 

La reestructuración

La salida de Iglesias para disputar la Comunidad de Madrid el próximo 4 de mayo obligará al jefe del Ejecutivo a hacer una pequeña reestructuración en su Gabinete. El próximo miércoles, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, asumirá la vicepresidencia tercera y será la responsable de Economía, Nadia Calviño, quien ocupe la segunda. Además, Ione Belarra dejará la secretaría de Estado para la Agenda 2030 -quedará en manos de Enrique Santiago- para situarse al frente del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. "La nueva vicepresidenta va a seguir demostrando el trabajo extraordinario que es capaz de hacer", sentenció Iglesias sobre Díaz. 

Su último Consejo de Ministros también ha servido para que Sánchez le dirigiera unas elogiosas palabras al inicio de la reunión. “El presidente le ha manifestado su afecto y cariño”, explicó después la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero. “La aportación [de Iglesias] ha sido especialmente importante, su compromiso y sus garantías”, añadió Montero, antes de concluir que tras la salida del líder de Podemos no espera que “existan grandes cambios en el funcionamiento cotidiano” de la coalición.