El juzgado deja libre a la arrestada por quemar una furgoneta policial tras desmontarse la acusación

La joven italiana acusada de quemar una furgoneta de la Guardia Urbana en la Rambla de Barcelona durante los disturbios por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél ha quedado en libertad tras la presentación por parte de su defensa de una prueba pericial antropométrica que apunta que la persona que tiró líquido inflamable encima de una bengala no es ella, según ha podido confirmar EL PERIÓDICO de fuentes jurídicas. Sara Casiccia, de 35 años, originaria de Turín y residente en la capital catalana, ha permanecido tres semanas en prisión acusada de ser la presunta autora material del ataque.

La jueza que investiga estos disturbios ha admitido el recurso presentado por abogado de la joven italiana, José Manuel del Río, al que se adhirió la fiscalía, contra el auto de prisión. La magistrada ha tenido en cuenta el informe pericial aportado por la defensa que señala que la altura de la detenida y la de la persona que lanzó el líquido inflamable difiere, que la complexión corporal es distinta (la que incendia la furgoneta es más joven y delgada) y que la ropa que vestía ese día la arrestada no coincide con la que aparece en las imágenes atacando el vehículo de la Guardia Urbana. En este mismo sentido, el letrado aportó un reportaje fotográfico con la vestimenta que llevaba Casiccia durante esa jornada.

El perito Francisco Menén es contundente en su informe: la policía de la Generalitat "confunde flagrantemente a la verdadera sujeto incendiaria con la señora Casiccia", porque no guardan "ninguna relación una con la otra en su constitución corporal". Ante esta prueba, la jueza ha decretado la libertad de la joven italiana, que deberá comparecer cada 15 días ante la autoridad judicial. El auto ocupa solo un folio. Fuentes policiales aseguran que los Mossos habían expresado con anterioridad a la togada dudas sobre la identificación de la autora del lanzamiento del líquido inflamable.

Acciones violentas

El pasado 3 de marzo, el juzgado de guardia de Barcelona acordó la prisión prisión provisional y sin fianza para los ocho detenidos, que, según los Mossos, actuaron en grupo y organizados en los disturbios del sábado 27 de febrero. Entre los arrestado se encontraban seis jóvenes de nacionalidad italiana -cinco hombres y Sara Casiccia-, una joven francesa y otra española. Por ahora solo ha quedado en libertad Casiccia. El resto de encausados están pendientes de que se resuelvan los recursos contra su encarcelamiento presentados ante la Audiencia de Barcelona.

Los Mossos atribuyen al grupo diversas acciones violentas durante los altercados tras una manifestación en la capital catalana para reclamar la libertad del rapero Hasél, entre ellas el incendio de una furgoneta de la Guardia Urbana de Barcelona cuando un agente se encontraba en su interior, que pudo salir del vehículo antes de sufrir daños. La policía considera que los detenidos formaban parte de un grupo de ideología anarquista y que actuaban "conjuntamente" y con un "grado de violencia muy elevado", dañando entidades bancarias, comercios o mobiliario urbano.