'CASO VILLAREJO'

La "escala" del espionaje a Bárcenas hasta llegar a Rajoy

El nuevo secretario de Estado de seguridad, Francisco Martínez, en su toma de posesión, este lunes. JOSÉ LUIS ROCA

El nuevo secretario de Estado de seguridad, Francisco Martínez, en su toma de posesión, este lunes. JOSÉ LUIS ROCA

Ángeles Vázquez

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La estrategia de defensa del exnúmero dos de Interior Francisco Martínez en la causa en la que se investiga el espionaje al que "un dispositivo parapolicial" sometió, al menos entre 2013 y 2015, al extesorero del PP Luis Bárcenas, para evitar que aportara en la investigación de la caja b la información comprometida para dirigentes del partido que tuviera en su poder, era sencilla: que la "escala" no acabara en él. "Te garantizo que si yo tengo que declarar (...) también irán JFP (y problablemente MR)", aseguraba en referencia al exministro Jorge Fernández Díaz y el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, en una conversación con el que fue durante su mandato número dos de la Policía, Eugenio Pino, el 19 de septiembre del año pasado.

Martínez está comprobando que la estrategia no le ha servido a él para salvarse, pero al menos parece que no estará solo en el banquillo de los imputados. La Fiscalía Anticorrupción utiliza sus palabras para pedir la imputación por delitos de <strong>prevaricación, descubrimiento y relevación de secretos y malversación de caudales públicos</strong> del exministro, de la exsecretaria general del PP <strong>María Dolores de Cospedal</strong> y de su marido, el empresario Ignacio López del Hierro, tan implicado en la trama que fue a él a quien alertó el excomisario José Manuel Villarejo de las investigaciones abiertas en el 'caso Gürtel' y Brugal.

"Disfunciones en los fondos"

Tras ser citado a declarar como imputado el pasado 22 de enero, el secretario de Estado de Seguridad con el Gobierno del PP se encara vía mail con el comisario que le había involucrado, Enrique García Castaño, 'el Gordo'. Le recrimina que le identificara como la persona que recibió el pendrive obtenido del espionaje a Bárcenas, a través de su chófer de confianza, Sergio Ríos, al que se pagaban 2.000 euros mensuales, procedentes de las "disfunciones e irregularidades en la gestión y control" de los fondos reservados, y al que se premió con el ingreso en la policía.

En ese correo electrónico, Martínez insiste en que se defenderá con todos los argumentos "y la pieza seguirá creciendo porque llamarán a Jorge (como mínimo)". La imputación del exministro, aún no acordada por el juez Manuel García-Castellón, está prácticamente asegurada gracias a los sms en los que comentó con su exnúmero dos la importancia de la operación del chófer de Bárcenas y su éxito. Tras su imputación, el exsecretario de Estado los depositó en un notario.

"Ser leal a miserables"

En el informe fiscal llama también la atención la comunicación que Martínez mantiene con su amigo, el presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro. En su mensaje el primero le dice: "Como sabes muy bien mi grandísimo error en el ministerio fue ser leal a miserables como Jorge o Rajoy o Cospedal". Añade que eso lo tiene fácil de probar y se despide dudando de "si un presidente puede seguir siendo amigo de un imputado", porque él mismo admite que "queda fatal".

Martínez, que insiste en esa línea de lealtad y eficacia cuando el ministro niega en una entrevista haber sabido nada de la Kitchen, también intentó blindarse ante la imputación del juez formando parte de las listas del PP a la Comunidad de Madrid, después de haber sido excluido de las de las generales de abril de 2019. Para ello se dirigió directamente a Rajoy, al que pidió que no le "dejen tirado" a través de la Asamblea de Madrid. Su argumento volvió a ser su "lealtad y compromiso", pero no consta que recibiera respuesta. 

Un par de días después también lo intentó con el actual secretario general del PP, Teodoro García Egea, al que recuerda que está "metido en este lío" por "lealtad al partido, a Jorge Fernández y a Rajoy". Añade que esa cualidad de la que tanto presume también la tendría con él y con el actual presidente, Pablo Casado.

"Aupar al líder"

En junio del año pasado Martínez sostenía que la "principal culpable de lo que está pasando" era "la señora que aupó al líder", Cospedal. Entendía que se "había puesto de perfil" y tenía "amnesia selectiva". Para su tranquilidad, el informe fiscal también defiende la imputación de la exsecretaria general del partido en su "interés personal" en la operación por dos razones: una directa, como afectada por la documentación que podía tener Bárcenas comprometedora para ella misma, y otra indirecta, por su cargo. 

Además del levantamiento de alfombras que intenta el exnúmero dos de Interior a consecuencia de su imputación, el informe describe otras luchas internas que acompañaron el dispositivo policial ilegal, como la que se produjo por el control de Sergio Ríos entre Villarejo y el también imputado Andrés Gómez Gordo, al que apodan "Cospedín", porque su relación con Cospedal que le llevó a irse con ella cuando fue presidenta de Castilla-La Mancha.

Como es habitual en los audios intervenidos al principal imputado del caso, en prisión desde noviembre de 2017, este se jacta de tenerlo todo muy bien atado y de poder utilizar "parte de la información de la que dispone para 'joder a la pequeñita'", en referencia a la entonces vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría, o al "barbas", en referencia a Rajoy.