AUDIENCIA NACIONAL

La célula yihadista desarticulada en Barcelona planeaba atentados, pero no inminentes

J. G. Albalat / Á. Vázquez

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Efectivos de los Mossos d'Esquadra han desplegado a las 06.00 horas de este martes una operación contra el terrorismo yihadista en Barcelona, en la que se ha detenido a dos personas de nacionalidad argelina por orden del juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón. Fuentes de la investigación señalan que ambos arrestados formaban parte o, al menos, colaboraban con una célula que planeaba atentar con explosivos en la capital catalana, aunque fuentes jurídicas precisan que estos planes no eran de ningún modo inminentes.

El magistrado se llegó a desplazar a Argelia para profundizar en las pesquisas contra esta presunta célula terrorista desarticulada en su mayor parte en enero del año pasado en la llamada operación Alexandría, informaron a EL PERIÓDICO fuentes jurídicas. En ella se detuvo a 19 personas, de las que cuatro siguen en prisión provisional.

Según la Policía de la Generalitat, la investigación ha permitido concretar dónde el grupo terrorista pretendía actuar, así como determinar que la célula se estaba preparando con la elaboración de artefactos explosivos y obtención de armas.

A los dos arrestados esta mañana, de 41 y 43 años y que serán puestos a disposición del Juzgado Central de Intrucción número 6 de la Audiencia Nacional, se les imputan los delitos de terrorismo del artículo 572.2 del Código Penal, con el que se castiga la integración en una organización terrorista, y siguientes. También se les atribuye colaboración activa con grupo terrorista del 577 de dicho texto legal.

Los agentes han realizado entradas y registros en dos domicilios del paseo Joan de Borbó con la calle Maquinista, en la zona del mercado de la Barceloneta. El operativo está dirigido por la Comisaría General de Información (CGI) de la policía catalana por orden del Juzgado Central de Instrucción número 6, ya a cargo de la operación Alexandria contra el terrorismo yihadista en Barcelona e Igualada.

Los arrestados en enero del 2019 eran en su mayoría carteristas de origen magrebí afincados en Barcelona que, según fuentes policiales, se habían radicalizado. Querían dejar la vida de cacos en la calle, especializados en los turistas, para ser yihadistas dispuestos a cometer un atentado. 

La operación Alexandria, bautizada con ese nombre porque los sospechosos proceden de países del norte de África (sobre todo de Argelia), arrancó antes de los atentados del 17-A, gracias a una llamada que alertó a la policía catalana. El núcleo duro estaba formado por tres argelinos, un iraquí y un libio, que se encontraban en una fase muy avanzada de radicalización.  

Carteristas radicalizados

El resto de los detenidos entonces formaban parte de la banda, dedicada a robar por la capital catalana, pero no del reducido grupo presuntamenta yihadista. Los arrestados, con edades comprendidos entre los 33 y los 44 años, llevaban años residiendo en España. Vivían en pisos modestos, que alguno de ellos incluso había ocupado ilegalmente. Los Mossos calculaban que entre todos habíann acumulado 369 delitos, la inmensa mayoría por hurtos. También alguno por tráfico de drogas.  

Los investigadores mantienen que las personas que fueron arrestadas en ese operativo vivían de la pequeña delincuencia pero que cinco de ellos se habían convertido, además, en otra cosa y, a pesar de mantener la actividad delincuencial (robando relojes, carteras y bicicletas), se radicalizaron por su cuenta. "Comenzaron a descargarse propaganda yihadista" y, a través de internet y sin que conste un enlace directo con el Estado Islámico, "se autoradicalizaron" calentándose ideológicamente hasta estar dispuestos a cometer un atentado. Todavía no habían elegido ningún objetivo ni habían dado un paso logístico claro para cristalizar su voluntad de atacar.