La Generalitat retira los cargos por los disturbios de la Universitat de Girona del 2011

La Generalitat ha retirado la acusación contra los doce acusados que, desde este lunes, se sientan en el banquillo por los disturbios de la Universidad de Girona (UdG) de 2011, con motivo de la asistencia al vigésimo aniversario de la institución del entonces presidente catalán Artur Mas.

La fiscal solicita penas para estas doce personas, entre las que se encuentra una trabajadora de la UdG acusada de dar dos patadas a un mando policial, hasta dos años y dos meses de prisión por delitos de desórdenes públicos y atentado a agentes de la autoridad, así como una multa por una falta de amenazas y días de localización permanente por otras de lesiones.

El caso ha llegado a juicio más de ocho años después de los hechos y, en el trámite de cuestiones previas, tanto el abogado de la Generalitat, que acusaba a los manifestantes, como la acusación particular de uno de ellos, que culpaba de lesiones y torturas a dos mossos, han modificado sus escritos de conclusiones.

Ambos letrados han considerado que no se cometió delito alguno, sino que han tipificado los sucedido como faltas -en base al Código Penal vigente en 2011- que ya habrían prescrito.

Mossos absueltos

Así, los dos mossos que también se han sentado en el banquillo por aquellos hechos han quedado absueltos y han podido abandonar la vista oral.

Los doce manifestantes, que no serán acusados por la Generalitat, algo a lo que se había comprometió el actual presidente catalán, Quim Torra, lo serán solo por fiscalía.

El juicio, que está previsto que se alargue durante toda la semana, ha empezado este lunes con las declaraciones de varios mossos d'esquadra de la Unidad Central de Información en Desórdenes Públicos, que instruyeron las diligencias, y de los que estaban al mando o participaron en el dispositivo.

20 aniversario de la fundación

Según recoge el escrito de acusación de fiscalía, los manifestantes se concentraron alrededor del acceso al lugar donde, a las 12.00 horas, se celebraba el 20 aniversario de la fundación de la UdG.

Toda la zona estaba protegida por vallas, pero, "los acusados intentaron cortar el cordón policial, haciendo que las personalidades que asistían tuvieran que acceder a la universidad por una vía alternativa".

Más tarde, "forzaron una puerta metálica que comunicaba el claustro con el Aula Magna", donde se estaba celebrando el acto, y "empujaron, agredieron, increparon y lanzaron objetos a los agentes de los Mossos".

Este fue el escenario en el que se produjeron las cargas de los antidisturbios, que accedieron al claustro después de que los encargados del dispositivo recibieran la autorización de quien en ese momento era vicerrector de la UdG y, posteriormente, de la rectora, que se encontraba en el acto con los invitados, según ha indicado el jefe del dispositivo.

El abogado de los acusados, Benet Salellas, como cuestión previa, ha pedido la nulidad de todas aquellas pruebas derivadas de la actuación policial dentro del claustro al considerar que se hizo vulnerando el principio de autonomía universitaria.