La queja de Zapatero, según Bono: "Montilla y Maragall han sido nuestras desgracias políticas"

José Bono, durante la presentación de su libro.

José Bono, durante la presentación de su libro. / periodico

Miguel Ángel Rodríguez

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José Bono era presidente del Congreso de los Diputado en el año 2009. La cuestión catalana llevaba varios años sobre la mesa debido a la confección del Estatut de Catalunya en el Parlament catalán y su paso posterior por el Congreso de los Diputados. La vista estaba puesta en el Tribunal Constitucional que todavía tardaría 8 meses en pronunciarse sobre la ley catalana. El presidente del Gobierno de entonces, José Luis Rodríguez Zapatero, fue a verle a su despacho y, en una conversación que duró una hora, le dijo: "[José] Montilla y [Pasqual] Maragall han sido nuestras desgracias políticas"

Así lo cuenta el que fue presidente de Castilla-La Mancha durante 21 años (1983-2004) que ha publicado el tercer libro  -'Se levanta la sesión'- de una trilogía  compuesta por sus diarios. Bono recuerda aquella época en la que ocupó la presidencia del Congreso de los Diputados y, tras pedir permiso a cientos de excompañeros, detalla algunas de las conversaciones que tuvo. En este sentido, narra como Zapatero le admitió que el tripartito catalán sería "un verdadero calvario". "El hecho de que Maragall estuviera gobernando con ERC cuando accedimos al Gobierno nos condicionó de manera determinante para apoyarnos en ERC y no en CiU", dice que le expuso el expresidente del Gobierno. 

Además, no esconde la opinión que le merecieron los dirigentes del PSC. En concreto, menciona la conferencia socialista de Santillana del Mar de 2003 en la que el PSOE marcó las líneas para dar un "nuevo impulso del autogobierno" que "luego Maragall no respetó, comportándose con la España democrática como un piloto suicida"

"Terreno para sembrar"

"Hay mucho terreno para sembrar en favor de la cohesión de España pero, en la medida en que no lo hacemos, cabalga el separatismo", anotó Bono en sus diarios en el año 2009 cuando todavía el TC no había declarando inconstitucional 14 artículos y dejado claro que el preámbulo de la norma, donde se subrayaba que Catalunya era una "nación", tenía "falta de eficacia jurídica interpretativa". 

Una década después, el exministro de Defensa sostiene que "a España podría convenirle una estructura federal en la que todos supiéramos a qué atenernos y acabar con la bilateralidad en que cada día los nacionalistas quieren más y el Estado cede siempre, gobierne el PSOE o el PP, en la medida en que se les necesita para ganar votaciones en el Congreso. Algún día nos vamos a arrepentir". 

Además, pone en duda la verdadera utilidad del sistema de autonomías: "Castilla-La Mancha nunca había pedido ser región autónoma, pero fuimos coartada para que los militares no se sublevaran contra el autogobierno de País Vasco y Catalunya". 

El único Gobierno posible

"No hay otro Gobierno posible distinto del que ha propuesto Pedro Sánchez" y que comprende una coalición con Unidas Podemos, ha sentenciado Bono en la presentación del libro. Además, considera que los de Pablo Iglesias se moderarán dentro del Ejecutivo. "Estoy convencido de que Pedro Sánchez ha preferido un pájaro en mano que cien gaviotas volando", ha subrayado, señalando el veto del PP a investir a Sánchez.

Además, el exdirigente socialista ha querido dejar claro que hay cierta verdad en las palabras de los morados cuando dicen que un banquero manda más que un diputado: "Definitivamente, los diputados no son quieren mueven los hilos (...) Debo reconocer que en el discurso podemita de "un diputado manda menos que un banquero" hay algo de verdad. O mucha"

"ERC puede hacer básicamente dos cosas: abstenerse y favorecer el Gobierno que ha propuesto Pedro Sánchez o puede llevarnos a las terceras elecciones", ha asegurado el expresidente de Castilla-La Mancha antes de sañalar que "hay una cosa que no puede hacer" la formación independentista y es creer que por apoyar la investidura del presidente del Gobierno en funciones vayan "a sacar ventaja en su deriva secesionista". "La línea roja por la cual unos pocos en Catalunya no pueden decidir el futuro de todos los españoles no se la puede saltar el PSOE".