Ernest Maragall recupera BCN para ERC 80 años después

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Xabi Barrena

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Por menos de 5.000 votos. El equivalente a estirar el cuello en una carrera de 100 metros lisos en el momento de cruzar la meta. Pero Ernest Maragall, el hermano del alcalde que cambió la historia reciente de la ciudad, será el sucesor de Ada Colau al frente del Ayuntamiento de Barcelona. Un alcalde de ERC, de nuevo, 80 años después. Desde el 26 de enero del 39, cuando Hilari Salvador marchó al exilioi cuando las tropas franquistas llegaban por la Diagonal.

 En una noche de infarto, que siguió las directrices de aquellas noches electorales madrileñas de la etapa Esperanza Aguirre donde los distritos escrutaban sus votos a velocidades sospechosamente distintas, los republicanos se hicieron con su gran objetivo para el 26-M: la alcaldía de la capital de Catalunya.

El tercer puesto de los republicanos en las europeas, algo asumido desde hace días por ERC, no desleyó la euforia vivida en la Estació del Nord. “En las europeas no se ventila la opción a gobernar. Se trata de estar dentro del Europarlamento. Y Oriol Junqueras estará, veremos Carles Puigdemont. Los comicios europeos, además favorecen el voto ‘lúdico’” afirmó una voz republicana dos horas antes de conocerse los resultados.

Hasta el 69,13% del escrutinio los republicanos congregados en el barrio del Fort Pienc contuvieron el aliento. Empezaron terceros, aunque si se miraban los distritos que más avanzaban en el escrutinio podía adivinarse que las cosas iban a  cambiar. A las 22.30, mientras Nou Barris había ya analizado el 50% de las papeletas, Gràcia y Les Corts se hallaban por debajo de los dos dígitos.

Varias voces republicanas  “ahora que ha pasado la campaña” quisieron destacar que durante la campaña el partido no ha abusado, ni mucho menos, del estrecho lazo familiar entre el alcalde ‘in pectore’ y Pasqual Maragall. “Ernest no ha querido”, apuntó una de las voces.

El único pero

¿Disimulan los republicanos ante el tercer puesto de su líder encarcelado? Obviamente sí. Creen que el electorado independentista entiende que el mayor enemigo del Estado es el ‘expresident’ y no el ‘exvicepresidente’ y que ello se debe a su condición de exiliado frente a la de encarcelado de Junqueras.

Inmediatamente, todo republicano blande los resultados locales en toda Catalunya para demostrar que el ‘efecto Puigdemont’ empieza y acaba en el residente en Waterloo. Porque, a todo esto, ERC ganó también sus primeras municipales en Catalunya desde la República, con un 50% de voto más que los posconvergentes (23% a 15%) y un punto por encima del PSC que obtuvo el 22,5% del total del voto local. Y todo ello, curiosamente, sin vencer en ninguna de las cuatro provincias, siendo siempre segunda.

Y es que el secreto de los republicanos en estos comicios ha sido la regularidad. Maragall solo venció en dos distritos, Eixample y Les Corts. Colau, en seis. PSC y Valls se repartieron los dos restantes. Pero Colau combinó el 23% de Sant Andreu con el 10% en Sarrià. ERC, en las mismas plazas obtuvo un 22% y un 17%. ERC duplico voto con respecto a 2015, superando los 150.000 sufragios, una nueva marca de mínimos. Aun por debajo de los 170.000 con los que Colau ha gobernado cuatro años.

Premio a la regularidad

En el voto provincial,tres cuartos de lo mismo. En Barcelona y Girona venció el PSC. En Tarragona y Lleida, Junts per Catalunya. En todas ellas, ERC fue segunda y esa regularidad le da la primacía catalana. Y la paradoja es que el vencedor de los comicios puede no tener ningún presidente de diputación provincial.

“Buenas noches, Barcelona republicana!”. Así abrió su intervención el líder extramuros de ERC, Pere Aragonés, antes de poner en valor que su partido había logrado “los mejores resultados desde 1931”, merced al triunfo en las municipales catalanas. Primera fuerza en concejales, 3.000, y votos, 800.000.

Guante blanco de Maragall

El alcalde ‘in pectore’, por su parte, mostró un impecable guante blanco con sus rivales de En Barcelona en Comú y Junts per Catalunya. Como el que habían mostrado poco antes tanto Elsa Artadi como Ada Colau. “Iremos a Soto del Real a hablar de la ciudad con Quim Forn”, aseveró y añadió “y también hablaremos con Ada Colau”.

El talante de Maragall alcanzó incluso a la tercera fuerza independentista, la CUP. “No es justo que se hayan quedado fuera del ayuntamiento. Anna Saliente ha hecho una excelente campaña” afirmó antes de añadir que “contaba” con ellos.

También “tendió la mano” a las fuerzas constitucionalistas, aunque a estas les advirtió de que “percibirán de la institución su compromiso con la dignidad, la justicia y la libertad”. 

"Mañana iré a ver al exalcalde de Barcelona, Pasqual Maragall", finalizó.