LA ENDIABLADA INVESTIDURA

El juez precipita el 'plan Turull'

Daniel G. Sastre / Xabi Barrena

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Jordi Turull puede convertirse este jueves en el nuevo presidente de la Generalitat. No estaba previsto que el pleno de investidura se celebrara hasta la semana que viene, pero la decisión del Tribunal Supremo de procesar el viernes a Turull y a otros cinco investigados por el 'procés' ha precipitado los acontecimientos. A última hora y con giros de guion inesperados, como viene siendo habitual en la política catalana, el presidente del Parlament, Roger Torrent, convocó la sesión para las 17.00 horas de hoy jueves. [Sigue las últimas noticias sobre Jordi Turull en directo.]

Los independentistas aún no tienen la certeza de que el candidato que han propuesto Junts per Catalunya y ERC vaya a reunir los apoyos necesarios para convertirse en 'president'. La CUP decidirá de nuevo: los votos de los cuatro diputados antisistema siguen siendo claves para que Turull sea elegido en primera votación. O al menos dos de ellos, si es que Carles Puigdemont y Toni Comín renuncian finalmente a su acta, algo que no parecen dispuestos a hacer.

Los antisistema anunciaron casi a las once de la noche que aún no han decidido su posición, aunque recordaron que en las últimas semanas han trasladado a JxCat y ERC que solo había dos maneras de convencerlos: o apostaban de nuevo por investir a Puigdemont o presentaban un programa claramente rupturista y de choque con el Estado. Nada de eso ha sucedido, afirman; pese a ello, la dirección de la CUP se reunirá antes del pleno para volver a evaluar la situación.

Partida relámpago de ajedrez

Una de las modalidades más espectaculares del ajedrez son las llamadas partidas rápidas. Quizá porque van contra el adn del juego, es decir, soslayan la pausa y la reflexión ponderada, ambas también propias de la política, por cierto. El Parlament y el Tribunal Supremo iniciaron ayer una partida relámpago que, de momento, ha dado como fruto que el pleno de investidura de Turull no se celebre la semana que viene, sino este mismo jueves. En apenas 10 horas, el presidente del Parlament pasó de anunciar la renuncia de Jordi Sànchez a su acta de diputado y una ronda de contactos presencial a avisar a los portavoces parlamentarios de la oposición, telefónicamente, de que habría pleno el jueves.

Por medio, y por sorpresa, llegó la réplica del Supremo. El juez Pablo Llarena dictará el viernes el auto de procesamiento a 28 personas tras haberlos investigado por haber presuntamente cometido delito de rebelión, sedición y malversación de fondos públicos. Será en ese auto donde el magistrado acuse formalmente a cada uno de ellos de los delitos sobre los que él considera que hay indicios criminales. En esta casi treintena de personas se hallan, entre otros, los miembros del Govern cesado el 27 de octubre, con Puigdemont y Oriol Junqueras a la cabeza; es decir, también está Jordi Turull.

Pero, además, y es lo que ha encendido las alarmas en la trinchera independentista, el juez ha citado a los encausados que tienen acta de diputado y sobre los que pesan medidas cautelares a comparecer el mismo viernes a las 10,30 horas. Se trata del candidato a la presidencia del Govern, los ‘exconsellers’ Josep Rull, Dolors Bassa, Raül Romeva; la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell y la secretaria general de ERC, Marta Rovira. La perspectiva de que Turull pudiera entrar, de nuevo, a prisión, lo que además conllevaría su inhabilitación, o bien que, directamente, se le suspendan sus funciones, ha activado la contrarrespuesta secesionista.

"Intromisión judicial"

El plan tenía otro calendario solo unas horas antes. Torrent comparecía por la mañana para anunciar el "desbloqueo definitivo" de la legislatura tras los intentos frustrados para investir a Puigdemont y a Jordi Sànchez, y llamaba a "recuperar las instituciones". Pero la intervención de Pablo Llarena lo precipitó todo. Los partidos independentistas interpretaron la decisión del juez como una "nueva intromisión judicial", y buscaron la manera de esquivarla. La CUP anuló el acto que tenía previsto por la tarde y reunió a sus diputados y a su secretariado nacional.

La idea de acelerar los trámites surgió de Junts per Catalunya. Representantes de la formación de Puigdemont se reunieron con los de Esquerra y con Torrent, y estuvieron en todo momento en contacto con dirigentes de la CUP, según confirmaron fuentes parlamentarias.

Tras una tarde frenética, y pasadas las 20.00 horas, el presidente del Parlament llamó a los líderes de los diferentes partidos. Poco después, compareció para informar de que Turull era "el único candidato propuesto" por los grupos, y fijaba la fecha y la hora del pleno. El aspirante celebró la decisión con un tuit. "Un honor immenso. Si el pleno me da su confianza, trabajaré sin descanso por el progreso y protección de los 7,5 millones de catalanes", dijo. Y prometió que lo hará "con diálogo con todos y para todos".

La ronda telefónica, que tiene un precedente en la que hizo Carme Forcadell en el 2016 para acelerar la investidura de Puigdemont, sublevó a los partidos no independentistas. "Me acaba de llamar Torrent. Es una vergüenza que sigan degradando el Parlament para seguir con el enfrentamiento: no tienen otro plan que investir a un imputado por malversar fondos públicos con una grave situación judicial", dijo por ejemplo Inés Arrimadas (Cs), líder de la oposición.