La CUP salva la crisis e inicia la renovación de la ejecutiva

Tras semanas de grandes avenidas internas, la CUP ha podido reconducir las aguas del malestar interno que provocaron tanto las decisiones que tomó sobre la investidura de Artur Mas como el veto a los presupuestos y cuya máxima expresión fue la dimisión en bloque de casi la mitad de la ejecutiva del partido. Por un lado, en la reunión del secretariado nacional de este lunes ha sentado las bases del proceso electoral que debe llevar a la planeada (antes de la dimisión en bloque) renovación de la ejecutiva. Por el otro, los que dieron el portazo la semana pasada, todos de la órbita de Poble Lliure, el sector que prima la independencia sobre otros aspectos y que el entorno convergente conoce como la 'CUP buena', ha llamado, también este lunes, al "debate interno y al consenso".

La actual ejecutiva, ya en funciones, elaborará el reglamento de las elecciones internas. El texto, que debe regular el voto telemático aprobado, como la propia propuesta de renovar le ejecutiva en la asamblea de Esparreguera en mayo, deberá ser refrendado por el consejo político a principios de julio. La intención es que no haya candidaturas individuales para las 11 de las 15 plazas que se renuevan y que los equipos elegidos obtengan el 65% de los votos. La intención última es evitar la polarización entre los miembros en la órbita de Poble Lliure (las 'palomas') y los de Endavant (los 'halcones'). Se quiere que el tercer sector no adscrito a las entidades anteriores tome relevancia para favorecer una mayor cohesión. En esta nueva ejecutiva, si es refrendada por la militancia, estará Quim Arrufat, entre otros activos que el partido quiere "recuperar", según una fuente del partido.   

En el comunicado posterior a la reunión del secretariado nacional, la CUP afirma que lamenta la dimisión de los seis integrantes de la ejecutiva y matiza que se les pidió, infructuosamente, que reconsideraran su decisión.

Por otra parte, la ejecutiva de este lunes ha remarcado su deseo de que, a lo largo de esta legislatura, en principio prevista para 18 meses, se realice el referéndum unilateral, el RUI. Un punto que también se aprobó en la asamblea de Esparreguera.

Roger Castellanos y Tomàs Sayes, dos de los dimisionarios, han apostado este mismo lunes por "profundizar en el debate político" dentro de la organización anticapitalista y proponen que las decisiones se consensúen antes de llegar a la votación de las asambleas. "No puede ser que el país esté pendiente de qué votamos o dejamos de votar", ha asegurado Castellanos, en la entrevista que ambos han concedido este lunes a 'El matí de Catalunya Ràdio'.

'NO' A LA ESCISIÓN

Los dos exdirigentes han recalcado que no quieren la partición de la CUP, sino que defienden "el debate interno y el consenso" para que la organización sea "el acelerador y garantía del 'procés'". Entienden que es posible llegar a "grandes consensos" en la toma de decisiones y que consensuar los nombres del nuevo secretariado nacional "no soluciona el problema". "No proponemos una partición, sino que nos remitamos a los principios fundacionales y constituyentes de la CUP y de nuestro programa, de nuestra forma de funcionar y de los mecanismos que reivindicamos como organización radicalmente democrática y asamblearia", ha destacado Castellanos.