El 'tamayazo', único precedente de repetición electoral en España

Dos tránsfugas forzaron unos nuevos comicios en la Comunidad de Madrid en el 2003

Iolanda Mármol

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Solo existe un precedente en la historia democrática española en la que ha sido necesaria la repetición electoral, el escándalo del ‘tamayazo’, en los comicios autonómicos de la Comunidad de Madrid en 2003. Lo ajustado del resultado permitía a las fuerzas progresistas pensar que podrían arrebatarle la presidencia al PP. Los conservadores habían obtenido 55 escaños, que podían ser superados por los que sumaban los 47 socialistas y los 9 de IU. Sin embargo, contra todo pronóstico, dos diputados del PSOE no acudieron a la sesión en la que se debía elegir al presidente de la Cámara: Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez.

Su ausencia permitió al PP ganar la presidencia de la Asamblea de Madrid, pero aún estaba en juego la presidencia de la Comunidad. Ni el partido conservador ni los socialistas consiguieron formar gobierno con los candidatos en disputa, Esperanza Aguirre y Rafael Simancas, lo que conllevó la disolución del parlamento autonómico y una nueva convocatoria electoral. En octubre, cinco meses después de los primeros comicios, los madrileños volvieron a las urnas. Tras el escándalo del ‘tamayazo’, los ciudadanos ampliaron su apoyo al PP, que sumó entonces dos escaños más, y consiguió 57 representantes, la mayoría absoluta, mientras que el PSOE perdió dos, incapaz de devolver la confianza a sus votantes. Con ese resultado, Aguirre accedió a la presidencia de la Comunidad de Madrid, desde la que impulsó una actitud contestataria a la línea política impuesta por Mariano Rajoy en el PP y protagonizó una estrategia de ataque constante al entonces presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

En su escaño como presidenta de los madrileños se ganó el apelativo de ‘la lideresa’, que mantuvo incluso cuando intercambió la titularidad del ayuntamiento de Madrid con otro de los perfiles que se aupaba con fuerza en el PP, Alberto Ruiz-Gallardón. Aguirre pasó a ser  alcaldesa, hasta que en mayo de 2015 Manuela Carmena (Ahora Madrid) la desplazó, gracias al apoyo de investidura de los socialistas, liderados en aquel momento por Antonio Miguel Carmona, con quien mantenía una sólida sintonía.

EMBLEMA DEL TRANSFUGISMO

Desde el mismo día en que Tamayo y Sáez se ausentaron en la votación de la Asamblea, el PSOE les acusó de transfugismo por haber aceptado dinero de una trama inmobiliaria y urbanística para beneficiar al PP, mientras que Aguirre atribuyó la decisión de los parlamentarios a las discrepancias internas en el seno socialista. En medio del escándalo, los dos diputados formaron otro partido, Nuevo Socialismo, con el que no lograron obtener ningún escaño en la repetición de elecciones.