INTERVENCIÓN DE LA LÍDER SOCIALISTA ANDALUZA EN LA CAMPAÑA DEL PSC

Iceta y Díaz defienden la igualdad de derechos entre comunidades

La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, durante el mitin del PSC.

La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, durante el mitin del PSC.

ERNEST ALÓS / MATARÓ

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Ni nación, ni reforma de la Constitución ni Estado federal. El candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Miquel Iceta, y la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, dejaron para otro momento los puntos del programa del PSC en los que les costará más tiempo ponerse de acuerdo. En el desembarco de la dirigente socialista en la campaña catalana ambos se centraron en el punto donde sus discursos se interseccionan, donde pueden llegar a coincidir: la reclamación de un trato más justo para Catalunya y la defensa de que las singularidades territoriales no comporten privilegios en materia de derechos.

Sin mentar explícitamente la reforma federal (sí su contenido, resumido a la pata la llana por Iceta: "que los catalanes se vean en la Constitución, que quede claro quién hace qué y lo de los dineros") y recogiendo el guante de Díaz, el candidato insinuó que la presidenta andaluza tiene documentos que plantean una financiación autonómica que suponga calcular el precio de los servicios sociales por habitante y repartirlo entre las comunidades en función de su población. "Que no haya diferencias entre españoles en el acceso a servicios básicos como la salud", reclamó Iceta, un argumento que encaja en el discurso del socialismo andaluz (y que legitimaría un incremento de los recursos que actualmente recibe Catalunya en sanidad o educación).

MIDIENDO LAS PALABRAS

Antes del acto de Mataró, la presidenta andaluza compartió otro en Sant Boi, recién bajada del avión, con Carme Chacón. Si en el primer tiempo, sin precalentamiento de campaña, Díaz ni siquiera mencionó a Pedro Sánchez ni a Miquel Iceta, en el segundo solucionó lo primero con una breve alusión y lo segundo con elogios encendidos "al mejor candidato y el mejor presidente que puede tener Catalunya". En Sant Boi, la presidenta se enzarzó en una arriesgada comparación entre la actitud de quienes fueron perseguidos por el franquismo y ahora cuestionan la doble identidad catalana y española que intentó matizar en Mataró para evitar que se la "malinterprete". Y la dejó así: "Es riqueza poderse llamar Pau y Pablo, poder decir 'te quiero' o 't'estimo'. Hace un rato dije que fueron hombres estrechos de mente los que en un momento determinado de la historia y por la fuerza prohibieron parte de esa riqueza, que era vuestra lengua, de la que os sentís perfectamente orgullosa, por eso ahora no puedo entender que se pretenda perder parte de esa riqueza, que no se pueda llamar Pau y Pablo, 't'estimo' y 'te amo'".

En su intervención, Díaz también proclamó que no es nacionalista, sino socialista: "Creo en la igualdad, mi patria es la educación pública de calidad para todos, vivan donde vivan, la universidad, la sanidad pública, la defensa de los recursos para la dependencia".