Iglesias llama a la izquierda a no hacer 'president' a Mas

Pablo Iglesias, ayer, a su llegada al mitin de Sí que es Pot en Mataró.

Pablo Iglesias, ayer, a su llegada al mitin de Sí que es Pot en Mataró.

JOSE RICO / MATARÓ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Llevan días preocupados los dirigentes de Podemos ante la evolución de los sondeos. Catalunya Sí que es Pot no despega, Ciutadans abre brecha y se tambalea la condición de primera fuerza de izquierdas en el futuro Parlament. Según el número dos del partido lila, Íñigo Errejón, las encuestas solo son "propaganda" para desmovilizar a la "Catalunya popular". Pero algo de razón deben llevar cuando su jefe de filas, Pablo Iglesias, en su reaparición en la campaña catalana, trató este sábado de insuflar moral a su tropa y espolear ese voto obrero tan remolón a la hora de acudir a las urnas, con Artur Mas Pedro Sánchez como víctimas de sus aldabonazos.

24 horas después de intentar ayudar a Alexis Tsipras a salvar los muebles en las elecciones griegas de este domingo, Iglesias se dirigió en Mataró (Maresme) a unas huestes necesitadas de recuperar el aliento para encarar la última semana de campaña. "La Catalunya popular es lo mejor de este país", proclamó en una versión reciclada de aquella "Catalunya del extrarradio" que definió como "la más auténtica", aunque esta vez sin meterse en berenjenales sobre los orígenes familiares de cada cual.

El secretario general de Podemos recuperó toda su artillería contra Mas, ironizando con que parezca un "antisistema" cuando se trata de desafiar las leyes del Estado para su hoja de ruta independentista, pero no mostrase la misma firmeza contra la banca para frenar los desahucios. En una invitación formal al diálogo para el día siguiente de las elecciones, Iglesias tendió la mano a toda la izquierda catalana, aunque en especial a ERC y a la CUP, para que no contribuya con sus votos a la reelección del 'president'.

Iglesias, al igual que están haciendo los dirigentes de Podemos que intervienen en los mítines de Sí que es Pot, trató de neutralizar la estrategia del independentismo de colocar al partido lila en el mismo saco que el PP y el PSOE en cuanto a su incomprensión hacia los catalanes. Afirmó sin titubear que "Catalunya es una nación" y presumió de haber defendido lo mismo en el resto del Estado. "Hay una España que escucha y que quiere que los catalanes voten", dejó claro. Y apostilló que Mas "tiene miedo al cambio" en la Moncloa porque puede encontrarse un inquilino dialogante que desmonte sus tesis.

BANDERAS POR DOQUIER

Iglesias habló bastante de banderas, pero para contraponer la exhibición que hacen el PSOE y el PSC de la 'rojigualda' con el "patriotismo social" que enarbola Podemos. Pensando en el 27-S y, de paso, también en las elecciones generales de diciembre, reivindicó que "votar socialista es votar morado", y ofreció una forma de hacer política "más allá de las banderas". "La patria no es tener una bandera, sino escuelas y hospitales", aseguró dirigiéndose explícitamente al secretario general del PSOE: "Querido Pedro, los socialistas no votan pensando en banderas, sino en la gente".