PERFIL DE UNO DE LOS CRÍTICOS DE UNIÓ

La piedra independentista

Hombre de férreas convicciones, el alto cargo del Govern Antoni Castellà defiende la herencia fundacional de Unió

Antoni Castella sale de la sede Unió tras votar en la consulta, ayer.

Antoni Castella sale de la sede Unió tras votar en la consulta, ayer.

XABIER BARRENA / BARCELONA

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Antoni Castellà es un hombre de convicciones pétreas. Por ejemplo, en el estilismo. En los 15 años transcurridos desde su primera intervención en el Parlament, a principios del año 2000, su imagen -cana arriba, cana abajo- apenas ha cambiado, cual Dorian Grey democristiano. Y, curiosamente, si a los 30 la barba le envejecía, a los 45 (los cumple el día 26), el espeso pelaje que le corona lo rejuvenece.

Pétrea convicción en el asueto. Empezó a esquiar a los 10 años en Espot y, a la que puede, hacia allá se escapa para buscar la paz que difícilmente halla en Barcelona -por ejemplo, en el comité de gobierno de Unió, del que es vocal- y, sobre todo, para inocular el virus del deporte de invierno a sus hijas.

Pétrea impermeabilidad hacia fenómenos que no le interesan. Como el fútbol. No será que Castellà no ha tenido oportunidades de engancharse, siquiera para disimular, a las gestas heroicas del FC Barcelona. Pero, y sin ir más lejos, en la vuelta de las semifinales de esta edición de la Champions contra el Bayern de Múnic, en la que los bávaros tuvieron la funesta idea de endosarse una camiseta azul y roja, el secretario de Universitats, obligado por su descendencia a presenciar el partido, estuvo animando un buen rato a los alemanes antes de advertir que los 'buenos' eran los de amarillo.

Pétrea convicción independentista. Desde que era el líder de las juventudes de Unió, estableciendo el mayor abismo entre un partido y su filial juvenil. Unas convicciones que, combinadas con la salida del partido del independentista de cabecera, Josep Maria Vila d'Abadal, le llevaron a liderar en la práctica el sector soberanista de Unió. Liderazgo moral de los llamados históricos aparte (Núria de Gispert Joan Rigol).

LA VIA CATALANA

La oposición de Castellà a las decisiones de Josep Antoni Duran Lleida ha cruzado la línea del desafío hasta convertirse en una piedra en el zapato. Como en la edición del 2013 de la Via Catalana, en la que el crítico participó activamente pese a que Duran había solicitado que la reivindicación fuera del derecho a decidir y no de la independencia.

¿Y por qué esa adhesión? Seguramente porque, a pesar de que la libertad plena de Catalunya fue el motivo principal del nacimiento de Unió, en 1931, cree que su defensa, durante el proceso, ha sido más etérea que pétrea.