El PP confía en que Rajoy desvele los cambios la semana próxima

PATRICIA MARTÍN / MADRID

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El PP espera con ansia y expectación los cambios que Mariano Rajoy ha anunciado que acometerá en el Gobierno y el partido para recuperar el impulso perdido de cara a las generales. Los conservadores desean que el presidente "impacte" con las modificaciones ante la opinión pública lo antes posible y acometa una remodelación "que tenga un sentido", de forma que el cambio de caras en su gabinete y en la cúpula del partido se complemente y no se limite a meros "retoques".

Los cargos consultados creen que el jefe del Ejecutivo anunciará los cambios la semana próxima, una vez se despeje la incógnita de los pactos en los ayuntamientos que también tienen desvelado al PP. La fuerza azul está pendiente de las negociaciones en unas 600 mayorías relativas, 20 de ellas capitales de provincia. Hoy por hoy tiene más o menos cerrado que podrá gobernar, con el apoyo principalmente de Ciudadanos,  en cinco de esas capitales y está en negociaciones para intentar amarrar el resto.

No obstante, según fuentes populares, el próximo sábado "puede que haya alguna sorpresa", de ahí que un comité de seguimiento vaya a seguir el desarrollo de las sesiones de investidura en la sede nacional de la madrileña calle Génova.

Una vez superada la constitución de los ayuntamientos, los populares confían en que Rajoy dé el paso, aunque también hay quien advierte de que el presidente "no está presionado por el calendario" y quizá la remodelación se retrase una semana más, a la espera de que se cierren también los acuerdos en las comunidades autónomas.

Las especulaciones sobre el cambio de caras

Más allá del calendario, el PP es un hervidero de rumores en torno a quién o quienes serán tocados con el 'dedo divino' de Rajoy. El pesimismo es tal, sobre todo en aquellos territorios donde el PP perdió, sin esperarlo, la mayoría absoluta, que la buena parte de los cargos piden a Rajoy que acometa una remodelación de calado, que sirva al menos para que el partido "marque la agenda" y se acaben con los sempiternos problemas de comunicación entre el Ejecutivo y el PP.

Teniendo en cuenta el carácter de Rajoy, poco dado a desautorizar a las personas de su confianza, la tesis más extendida es que la secretaria general, María Dolores de Cospedal, continuará en su puesto, aunque quienes más desautorizan su gestión consideran que el presidente debería buscarle una salida digna y ofrecerle dirigir un ministerio. Si Cospedal sigue, fuentes populares apuntan que lo más lógico es que Rajoy "refuerce" su equipo, nombrando nuevos portavoces y creando una nueva figura que sea quien se encargue de la estrategia y la campaña de cara a las generales.

La reaparición de Cospedal en el Senado

Cospedal, mientras tanto, apenas da pistas de sus preferencias. Su entorno asegura que quiere continuar como secretaria general, pero ella ha estado prácticamente escondida desde las elecciones. Este martes ha reaparecido pero no ha contestado ni a las preguntas de los medios ni ha hecho ninguna mención en su discurso, ante el grupo parlamentario popular del Senado, que pudiera interpretarse como que sigue o como que se marcha. 

Eso sí, ha dado muestras de que, mientras siga siendo número dos del partido, piensa seguir ejerciendo con mano férrea su liderazgo. De ahí que haya pedido a los senadores -muchos de ellos alcaldes o personas con influencia a nivel territorial- que "peleen" y de forma "unida" para que el PP gane las generales. Después de semanas convulsas, repletas de reproches internos, Cospedal ha señalado, frente a la apreciación de algunos barones, como la aragonesa Luisa Fernanda Rudi, que achacaron el batacazo electoral del PP el 24 de mayo a que "la marca" está dañada, que "la fuerza de todos" es precisamente es "la marca".

La secretaria general ha reconocido además que ha habido "cosas" en las que su organización "se ha equivocado", pero ha achacado los errores a que el Gobierno ha tomado medidas, mientras otros, según ella, veían los problemas sin aportar soluciones. "El PP ya ha pagado por la corrupción", ha señalado, en referencia a que las manzanas podridas ya están fuera del partido y no como sucede en otros partidos, según la interpretación de sus palabras que hacen fuentes presentes en la reunión.

La queja contra "los tratamientos informativos"

La secretaria general se ha quejado, en este sentido, de que su partido ha tenido que "lidiar" con tratamientos informativos "no del todo favorables", en línea con la queja expresada por Rajoy recientemente acerca de que las televisiones han martilleado en exceso al PP con los escándalos de corrupción. Asimismo, ha reconocido que el PP ha tenido que "lidiar" con personas que le han "hecho daño", en referencia, entre otros, al extesorero Luis Bárcenas.

A continuación han tomado la palabra varios senadores que, según fuentes populares, han pedido a la dirección del partido precisamente que "dé la batalla" en los medios de comunicación, para intentar que el mensaje que el PP quiere trasladar tenga más hueco en los informativos y las tertulias políticas.