La encrucijada del socialismo

Elena renuncia a batirse con Iceta y provoca una escisión en el PSC

Joan Ignasi Elena, durante una rueda de prensa.

Joan Ignasi Elena, durante una rueda de prensa.

XABIER BARRENA
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

la tensión por el proceso soberanista, sufrida de manera continuada por el PSC en los últimos cuatro años, desde la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut, ha acabado por provocar la escisión en el seno del PSC que casi todo el mundo preveía.  Joan Ignasi Elena, con 30 años de pedigrí en el partido y líder de la corriente crítica Avancem anunció ayer que abandona la militancia. Vinculó los detalles de su marcha a lo que decida la asamblea de su corriente a celebrar el próximo 28 de junio, dándole, así, rango de escisión efectiva. Elena abandona también el grupo parlamentario y ese 28 de junio (en Sant Feliu de Codines) se verá si es para devolver el acta al partido o para irse al grupo mixto. La comisión gestora que preside Josep Fèlix Ballesteros le pidió que la devolviera y Avancem respondió que el partido se la pida antes a los diputados imputados.

Las otras dos diputadas díscolas, Marina Geli y Núria Ventura, dijeron horas después del anuncio de Elena que de momento seguían en el partido y que veían «precipitada» la salida colectiva que lidera el  exalcalde de Vilanova i la Geltrú. Quienes sí acompañan a Elena al cruzar la puerta de salida son sus compañeros de Avancem Jordi del Río y Fabián Mohedano.

El detonante de la marcha de Elena es el proceso sucesorio de Pere Navarro. «El debate está planteado en términos erróneos -sostuvo Elena-, por cuanto no es un debate de nombres, sobre quién debe llevar las riendas, sino de orientación del proyecto político. Y el rumbo actual me parece totalmente equivocado». Enfrentado a la dirección ahora saliente, las voces que situaban a Núria Parlon como candidata a la primera secretaría alentaron, según reconoció ayer el propio Elena, las esperanzas de un cierre de las heridas entre sectores del partido.

Sin embargo la renuncia de la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet y la salida a escena de Miquel Iceta acabaron con dichas esperanzas. Elena, que se presentó a primer secretario en el congreso del 2011, obteniendo el 23% de los votos, fue exhortado por Iceta a decir si volvería a presentarse o no. Ante esta tesitura, Elena optó por romper sin miramientos. Irse es una «decisión dolorosa, pero lo mejor para el PSC», según él, y consideró un «fracaso» no haber conseguido que el partido virara hacia sus postulados.

LAS MUNICIPALES / Elena descartó afiliarse a otro partido. De hecho, en un primer momento, y de manera ambigua, no habló de dejar la militancia, sino de «congelarla», es decir, dejarla en suspenso a la espera de tiempos mejores. Y, siguiendo con la ambigüedad o la contradicción, apuntó que si bien no se irá a otra fuerza, eso no es incompatible con ayudar a que la corriente que lidera pueda derivar en una «marca electoral, para las municipales, junto con otras fuerzas».

Así, en la tarde de ayer mismo, miembros de  Avancem y de Nova Esquerra Catalana (el partido de Ernest Maragall) se reunieron para estudiar fórmulas de colaboración conjunta que podrían pasar, entre otras cuestiones, por impulsar candidaturas compartidas en las elecciones municipales.