Las posiciones de los partidos

El voto de la desconexión

El 'president' Artur Mas posa, ayer, para la agencia de noticias Reuters.

El 'president' Artur Mas posa, ayer, para la agencia de noticias Reuters.

NEUS TOMÀS / GEMMA ROBLES
BARCELONA / MADRID

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Por si alguien todavía dudaba de que Convergència no es la que era (léase como una descripción) ayer tuvo una prueba de cómo han cambiado las cosas. En un gesto cargado de simbolismo, la federación nacionalista no apoyará la ley de abdicación. Es el voto de la «desconexión», resumió un dirigente. Desconexión con el resto de España, desconexión con la que había sido una manera actuar en Madrid… desconexión con el pasado. La decisión se formalizó en una reunión entre Artur Mas y Josep Antoni Duran Lleida, ayer por la tarde en el Palau de la Generalitat. En una nota difundida tras el encuentro, CiU vinculó la abstención a «la clara actitud del Estado contra los intereses de Catalunya» y censuró que el PP y el PSOE hayan dejado al margen al resto de fuerzas «para decidir o configurar el contenido y trámite legislativo» que marcará el inicio de la sucesión en el trono, comparando este proceso con el que llevó a la reforma exprés de la Constitución en verano del 2011. No obstante, la federación nacionalista desea a Felipe «toda clase de aciertos y éxitos por el bien de la sociedad española» y le reclama una «especial atención» a la consulta soberanista.

LOS MOVIMIENTOS / Cuando Mas y Duran se vieron hacía horas que la decisión estaba tomada. La cúpula convergente se reunió a las 8.30 horas y acordó que sus diputados se abstendrán. Una hora después y vía Twitter, el líder de Unió justificaba el sentido del voto. Fue también por la mañana cuando Duran  comunicó por teléfono a Juan Carlos la decisión y los motivos que la sustentaban, informaron a este diario fuentes conocedoras de la conversación.

La Zarzuela intenta quitar hierro a la polémica y recalca que la decisión de impulsar junto a populares y socialistas la sustitución del Rey en el trono obedece, únicamente a que son las fuerzas mayoritarias en las Cortes. Las fuentes consultadas creen que carece de sentido entrar, en estos momentos, en otro tipo de lecturas ligadas a la crisis de Catalunya, informa Pilar Santos.

Con menos protocolos se anduvieron en la Moncloa, donde no se ocultaba el enojo. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, telefoneó al dirigente democristiano el lunes por la tarde -como al resto de portavoces parlamentarios- para explicarle el contenido de la ley de abdicación y el calendario que se manejaba. No se le incluyó en los acuerdos previos, explican fuentes parlamentarias, y esa fue la razón por la que el portavoz de CiU se negó el martes a firmar junto a populares y socialistas la petición de que la ley se someta al trámite de lectura única, lo que acorta los procesos para su aprobación. Y eso que en el PP aseguran que Duran sugirió a Sáenz de Santamaría que no habría problema en votar a favor de la ley. Los populares creen que si ha cambiado de opinión es para disimular que Convergència le ha impuesto el sentido del voto. La vicepresidenta y el líder de Unió volvieron a hablar ayer por la mañana, y Sáenz de Santamaría evidenció su enfado.

DEBATE INTERNO / La decisión de CiU ha venido precedida de tres días de puntos de vista divergentes. Muchos diputados de uno y otro partido apostaban por normalizar la decisión del Rey, sin darle ninguna implicación al voto favorable. Pero eso era el lunes, cuando todavía no se habían celebrado las concentraciones republicanas en distintas ciudades y antes de que el PNV anunciara su abstención.

Los partidarios del no (que también los había) mostraban su indignación con la posibilidad de avalar esta ley. Su pulso se mantuvo hasta ayer, cuando cuatro dirigentes de la permanente de Convergència apostaron por el rechazo frontal a la norma pactada entre PP y PSOE. «No somos anarquistas, pero estamos por el no, siempre hemos sido corresponsables con el Estado pero el Estado no lo es con nosotros», aduce uno de estos dirigentes. En cambio, diputados de CDC poco sospechosos de no ser también soberanistas se quejan de que llevar esta actitud al extremo representa una cierta visión de soledad que invalidaría la tarea de la federación en el Congreso, informa Fidel Masreal.

 

Los que no tienen ninguna duda son Esquerra e Iniciativa. El presidente de ERC, Oriol Junqueras, también, como Duran vía Twitter (por una vez coinciden en algo) se despachó a gusto contra los socialistas. «Nos imponen un rey, a pesar de que tienen hondas raíces republicanas. Al menos en este caso está claro que por sus frutos los conoceremos», escribió. En un segundo mensaje aprovechó para denostar la vía del diálogo que defiende el PSC, pero también Unió: «La tercera vía consiste en decir siempre que sí al PP y siempre  que no a la voluntad democrática de los ciudadanos de Catalunya. Igual que el PP».

AUSENCIAS / Los diputados de ERC, como los de Izquierda Unida, Iniciativa, Amaiur y Geroa-Bai, no asistirán a la proclamación de Felipe VI como Rey de España, pero sí defenderán su posición en el debate parlamentario del proyecto de ley. Tanto Izquierda Plural como el Grupo Mixto solicitarán que la votación del texto sea nominal. Si se aceptase, quien podría tener un problema sería el PSOE, puesto que crecen las voces a favor de que se convoque un referendo.

En Iniciativa se insiste en que la abdicación era una gran oportunidad para «dar la palabra a la gente» y que de lo que se está discutiendo es de «democracia». Los ecosocialistas intentarán que el debate abierto en la calle y que se ha plasmado ya en algunas concentraciones se mantenga vivo.