La Barcelona que emprende

ROCÍO MARTÍNEZ-SAMPERE

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Esta última semana he pasado bastante tiempo entre emprendedores. Con empresarios consolidados y con jóvenes empresarios, de aquí y de fuera, con los cuales he podido intercambiar ideas sobre Barcelona, y su Administración municipal, y las condiciones, trabas y facilidades, para la creación y desarrollo de negocios de oportunidades profesionales y empresariales. Pero de la conversación se desprende mucho más: una actitud.

Dicen todo tipo de asesores que no hablar de emprendeduría es encontrarse fuera del  'trend topic' del momento. Todo el mundo habla de ello, todos la proclaman, pero pocas veces profundizamos y desarrollamos bien qué significa para nosotros, qué quiere decir ser emprendedor y porque se ha convertido en un tópico económico así como qué propuestas damos a las personas que emprenden.

Para empezar, os puedo asegurar que emprender es una actitud. Una actitud que los barceloneses y barcelonesas traemos marcada en nuestro ADN. Es una actitud que consiste en ser valiente, en ser dueños de nuestro propio camino y en no dejarnos llevar por las derivas del destino. Consiste en actuar cuando nadie lo haría, en hablar cuando el resto mira en silencio, en revelarse y en ayudar a la vez. En definitiva en hacer realidad aquello que algunos creían imposible solo porque nunca fuimos conscientes que sería imposible. Los Juegos Olímpicos, la reconversión urbana del Raval y Ciutat Vella, la transformación de Nou Barris o el impulso económico de la ciudad, ¿ no son ejemplos de una actitud emprendedora? ¡Y tanto! A veces, de un alcalde emprendedor como Pasqual Maragall; otras, ¡de toda una ciudad!

Emprender es una actitud, sin ningún tipo de duda. Mi compromiso es que cualquier persona pueda ser emprendedora de su propia vida en Barcelona. Que todo el mundo, sea quién sea o venga de donde venga, pueda sacar adelante sus anhelos y sus aspiraciones en la ciudad. Es decir, que se generen las condiciones y oportunidades suficientes para que todo el mundo pueda gestionar su proyecto vital en Barcelona.

Yo misma me considero actualmente una emprendedora en estas primarias: un proyecto nuevo, sin estructura clásica detrás, con un equipo que defino como la desorganización organizada que piensa en 'coworking', 'helpworking', 'crowdbuilding', 'crowdfunding'... como si estuviéramos montando una 'startup' política.

No obstante todos los candidatos, de cualquier partido, dicen que apoyan a los emprendedores. Todos. Es la figura positiva e impoluta de la economía. La que no molesta. El ángel.

Como considero la emprendeduría una actitud que vivo en primera línea, creo que no puede enmarcarse en una sola página para quedar bien. Es un espacio central, que tiene que impregnar todos los temas. Por eso no haré en el programa electoral un capítulo que diga emprendedores y punto.

En cambio no todos los candidatos dicen que apoyan a las empresas. Aquí ya hay alguien que dice que no le gustan. Otros evitan decir que sí le gustan. En cambio hay quienes dicen que son 'business friendly' de palabra pero hacen muy poco para ayudarlas. Y como siempre... 'It's the economy stupid!', que remachó James Carville.

Pues bien, que quede claro de entrada que no distingo entre emprendedor y empresa. Me parece una trampa, una trampa semántica. Las cosas como son. Las personas que impulsan las empresas son los emprendedores (aunque en el tiempo, cuando ya están consolidadas encontramos empresas dirigidas por gestores, que solo las administran). Y los emprendedores tienen vocación de impulsar una futura empresa.

Si queremos que los emprendedores puedan desarrollar su talento, sus ideas y transformarlas en empresas, las empresas tienen que ir bien, tienen que ser capaces de generar negocio. Disociar estos dos elementos es una falacia. Por lo tanto, no tengo el más mínimo inconveniente al decir que quiero que el mayor número de empresas sea viable en Barcelona. Las que se crean de nuevo, las que ya existen y las que pueden venir. Las que comprometen el capital de una familia y las grandes sociedades anónimas. Las de las S.L. y las cooperativas que nacen. La economía de la ciudad necesita de todos. Pensamos en la ciudad, en el colectivo.

Otra cosa son los términos o reglas del entorno que tienen que condicionar la actividad empresarial. Tienen que ser las razonables, las que dan un equilibrio entre las razones generales y las razones particulares. Y por lo tanto no se trata de proclamarse 'business friendly', sino de hacer cosas efectivas que faciliten las condiciones en que se desarrolla una empresa y a la vez asegurar que la empresa se convierta en un motor del bienestar de todos. La función social de la empresa no puede ser solo algo que se reivindica para tener un rol ante las administraciones pero sin querer asumir la carga de responsabilidades. Ya hace tiempo lo escribí en un artículo sobre compromisos en que reivindicaba el papel de la economía como herramienta al servicio de la sociedad.

Mirad, aunque no sea el rol típico de la oposición, creo que las políticas de apoyo al crecimiento que despliega el actual consistorio están básicamente bien enfocadas. De hecho se han elaborado en base a amplios equipos de trabajo que incorporan a personas de mucha valía y de gran trayectoria.

Aun así, todos vemos que Barcelona puede ser y puede hacer más, en términos económicos. Hay un 'gap' importante entre nuestro posicionamiento en muchos rànkings europeos y nuestra actividad económica. Por lo tanto hay mucho trabajo por hacer, algo falla y se tiene que resolver.

Porque en Barcelona pasan cosas. Grandes acontecimientos, congresos, etc. El reto está en que aquello que se piensa en Barcelona se desarrolle en Barcelona. ¿Es el Mobile World Congress un gran éxito para la ciudad? ¡Sí! Pero el reto no está en atender muy bien a los congresistas, el reto está en que, aprovechando el congreso en la ciudad, se desarrolle industria, conocimiento, empresas, emprendeduría.

Por todo esto, quiero trabajar en un conjunto de líneas:

1. La cooperación y el trabajo en red. Muchas veces tenemos un concepto pre-internet de los negocios. Hoy en día el conocimiento no es exclusivo de casi nadie y los adelantos se producen por oleadas que nos mueven a todos. La clave del éxito no es tanto hacer una cosa que otro no hace sino hacerla de forma que resulte en un servicio que realmente aporte valor al cliente o usuario.

2. La alianza entre empresas y entre profesionales. La creación de alianzas puntuales por proyectos concretos es lo que puede determinar el éxito ante un cliente. Yo quiero que Barcelona sea un gran 'marketplace' de profesionales y empresas. Quiero que las redes de conocimiento florezcan en todos los sectores, y también de manera transversal.

3. Más concretamente, quiero que BCN sea un nodo importante en la gran red de conocimiento que integran las grandes ciudades del mundo. Por eso contamos con centros de investigación, de enseñanza, con la Fira, con las asociaciones de empresarios... y quiero que contemos con una gran agencia que ordene todos estos activos en beneficio de todos.

4. Hay que dar dimensión metropolitana a todo ello, la de la Gran Barcelona, la ciudad real. No puede haber una Barcelona Activa y una Santa Paloma Activa trabajando de espaldas. Las economías locales de todos los municipios metropolitanos laten en fase y se tienen que gestionar coordinadas. Coordinación y proximidad. Venas y arterias. La economía ya es metropolitana, no puede ser que nuestras agencias de promoción económica todavía no lo sean.

5. Quiero que la promoción económica se haga hacia adentro y hacia afuera. Hacia adentro potenciando las redes de profesionales y empresarios, para que hablen, expliquen sus oportunidades... para que se apoyen las unas en las otras para crecer. Como socios o como clientes las unas de las otras.

6. Pero a veces las empresas, para crecer, necesitan no tanto dinero de un banco como dinero de otra empresa que cree en aquello y apuesta por tener uno de los primeros desarrollos, un prototipo que la diferenciará. Ayudar a poner en contacto a gente es mucho más relevante que poner dinero muchas veces. Preguntads a un emprendedor qué le ayuda más: un pequeño cheque público o poder introducir su producto como banco de pruebas en una gran compañía o en el mismo Ayuntamiento? Estoy dispuesta a usar el Ayuntamiento y la ciudad como banco de pruebas para que aquí y nazcan nuevas grandes ideas.

7. Me planteo abrir un centro de creación e intercambio de ideas en cada distrito. Ideas de negocio, culturales, sociales. Ideas. Que son la base de cualquier economía. Por eso muchas personas que quieren emprender, necesitan simplemente un espacio con una mesa, un ordenador, conexión en la red y encontrarse con otros emprendedores. Quiero reconvertir viejos edificios de hormigón municipal en desuso en fábricas de creación donde facilitar la tarea de emprendedores.

8. En definitiva, me comprometo a crear espacios de oportunidad. No me oiréis decir: el futuro es la fotónica, el tratamiento de la sangre y los tejidos o las piscinas de nueva generación, por mucho que efectivamente haya gente en Barcelona que esté al frente de estos ámbitos. El mercado es el mercado. Lo que sí me oiréis decir es que Barcelona necesita... que los ciudadanos de Barcelona necesitamos... y que para solucionar estas necesidades hacen falta empresas y proyectos. Algunos públicos, otros privados, otros público-privados trabajando de la mano siendo ambas visiones responsables de la misma ciudad. Esta será mi manera de dinamizar la economía local. En base a lo que la ciudad requiere para solucionar los problemas comunes de quienes vivimos, y ganar nuevos espacios de bienestar.

Esta ciudad solo la mejoramos entre todos, y esto lo entienden perfectamente los emprendedores, la gente que lleva en el ADN el hecho de emprender. El mundo de la empresa no puede estar al servicio de la administración y a la inversa tampoco. Tenemos que ser más socios que 'friends' unos de los otros. El 'buen rollo' tiene que venir de visiones compartidas. Yo os garantizo diálogo, proximidad, flexibilidad. Más trabajo que planos. Más orientación a proyectos que orientación a discursos.

Esta es la propuesta que os hago, de la que quiero seguir hablando, la de la Barcelona que se atreve a emprender, porque emprender quiere decir no renunciar a construir el futuro.

P.D: Y ahora os escucho yo. Para no cometer un error recurrente de concebirlo todo 'top down', de arriba a abajo. Mi compromiso es preguntar qué necesitáis, ajustar las políticas, probar, errar, valorar las cosas juntos e intentar ponerlas en marcha. Si eres emprendedor o tienes propuestas innovadoras en el ámbito de la emprendeduría no dudes en escribirme y a enviarme tus ideas, sugerencias, propuestas o necesidades a rms@rociomsampere.cat