NOVEDADES JUDICIALES SOBRE LA SUPUESTA CONTABILIDAD OPACA DE LOS CONSERVADORES

El exgerente del PP carga contra Bárcenas

Asegura que el extesorero controlaba «personalmente» las cuentas del partido

Cristóbal Páez.

Cristóbal Páez.

MARGARITA BATALLAS
MADRID

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Luis Bárcenas salió ayer mal parado de las declaraciones que realizaron ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz el arquitecto Gonzalo Urquijo, que dirigió las obras de la sede nacional del PP, y el exgerente del partido Cristóbal Páez. Ambos negaron la existencia de una contabilidad opaca en la fuerza conservadora, pero el exgerente se curó en salud y descargó en Bárcenas toda la responsabilidad en el control de las cuentas.

La declaración más prolija fue la del arquitecto, que duró tres horas. En ella, Ruz mostró a Urquijo todas las facturas de las obras del PP que se desarrollaron entre el 2005 y el 2011. También le mostró los post-it que la policía localizó en su despacho el pasado septiembre. En ellos, reconocía haber cobrado 235.000 euros y haber rehecho facturas.

El arquitecto aportó una auditoría de Deloitte para justificar que no ha recibido ni «un euro en negro» del PP. El juez concedió poca credibilidad a este dictamen: «Ya me imagino que lo que me aporta usted cuadra», le espetó. Y es que el arquitecto sostiene que el partido conservador le pagó las facturas a través de transferencias bancarias o en talones.

INFORME CALIGRÁFICO / Asimismo, explicó que los post-it los había redactado el pasado julio a instancias de su equipo de abogados cuando se conoció que había sido implicado por Bárcenas en sus anotaciones sobre la caja b. Por ello, solicitó al magistrado que los peritos caligráficos constaten que estos papeles fueron redactados en estas fechas y no en los años en los que Bárcenas anotó los tres pagos en negro a Urquijo.

El arquitecto solo contestó a las preguntas del juez, del fiscal y de su abogado, Luis Jordana de Pozas. Fuentes presentes en la declaración explicaron que el togado se mostró muy duro con Urquijo. «Estoy tratando de buscar una explicación lógica a lo que usted está diciendo y no la encuentro», le llegó a decir.

El arquitecto rechazó que Bárcenas sienta animadversión hacia él. Y se negó a revelar a Ruz los motivos por los que el extesorero conservador le implicó en la contabilidad opaca del PP. «Se me ocurren varias hipótesis, pero no se las voy a decir», manifestó. «Los recibís dan mucho juego porque el gasto principal del PP en estos años eran las obras de su sede nacional», añadió Urquijo.

Por su parte, Páez rechazó contestar sobre las facturas de estas reformas porque, aseguró, era Bárcenas el que controlaba «personalmente» las cuentas. Además, declaró que ni había visto ni le constaba que se hubiera pagado con dinero negro las obras de la sede nacional del PP.

Asimismo, explicó que él se reunía con el arquitecto para negociar los presupuestos, que luego eran aprobados por el extesorero. El exgerente del PP ratificó la declaración que prestó el pasado mes de agosto cuando admitió que había cobrado 12.000 euros de sobresueldos en negro antes de ser despedido por el partido conservador.

Finalmente, María Rey, una empleada de Urquijo, explicó ante el juez Ruz que el despacho no llevó un libro de obra sobre la reforma de la sede del PP porque solo se trató de «temas decorativos».