La oposición

El PSC exhorta al PSOE a definir su reforma y asumir la consulta

El líder del PSC, Pere Navarro, y su número dos, Antonio Balmón, el miércoles en la ofrenda floral a Casanova.

El líder del PSC, Pere Navarro, y su número dos, Antonio Balmón, el miércoles en la ofrenda floral a Casanova.

JOSE RICO
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La oposición catalana ha dado la mejor prueba de que la Via Catalana superó con creces las expectativas creadas. Todos los grupos, incluso los más férreos detractores de la iniciativa, se rindieron a la evidencia y reconocieron que la cadena humana del miércoles fue un éxito. Sí, también el PPC y Ciutadans, aunque lo hicieran con la boca pequeña y rebajando, sin solución de continuidad, la influencia de la movilización en el tablero político catalán. El PSC, que se desmarcó de la Via pero sin combatirla, dirigió sus miradas al PSOE, del que depende que las loas de los socialistas catalanes al federalismo tengan credibilidad, para alertarle de que, cada día que pasa, resultará más difícil evitar el choque de trenes sin dejar la vía libre a una consulta soberanista.

La semana en que Pere Navarro y Alfredo Pérez Rubalcaba se verán las caras en la Festa de la Rosa, el domingo, el líder del PSOE está adoptando un tono conciliador con Catalunya, pero sin dar nuevas pistas de su prometida reforma constitucional. Tras el clamor de la Diada, el portavoz del PSC en el Parlament, Maurici Lucena, advirtió ayer de que los socialistas españoles deberán «moverse aún más» y «atender la demanda legítima del pueblo catalán para hacer una consulta sobre su futuro político» si quieren hacer frente a este «problema de primerísima magnitud política». Un emplazamiento directo a desbordar los límites de la Declaración de Granada, un texto que «solo es un primer paso» para el PSC. Navarro y Rubalcaba se reunieron en Madrid el lunes para intentar sincronizar los diapasones federalistas cara al domingo.

Pero los socialistas catalanes también presionan a Mas para que aclare si su propósito es presentarse a la consulta, o a unas elecciones plebiscitarias, con la secesión por bandera o con un hipotético plan B acordado con Rajoy. Lucena felicitó a la Assemblea Nacional Catalana (ANC) por su segundo éxito consecutivo en el Onze de Setembre, cosa que ni siquiera pudieron negar el popular Enric Millo -«Los organizadores tienen sobrados motivos para considerarlo un éxito»- y el líder de Ciutadans, Albert Rivera -«Un éxito de participación y de convocatoria»-. Pero la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, sostuvo que «la Catalunya real se quedó en casa».

LO ANTES POSIBLE / Pese a que ICV-EUiA no apoyó como coalición la convocatoria, su líder, Joan Herrera, consideró que el incontestable resultado debería dar por liquidado el tiempo de diálogo, por lo que reclamó al Ejecutivo que CiU que ponga en marcha la maquinaria de la consulta si el Estado se niega a mover ficha. Los ecosocialistas nunca se han anclado a una fecha, pero ahora son partidarios de acelerar el proceso «si se hace bien», es decir, de forma unitaria.