La oposición catalana muestra su hostilidad hacia al pacto CiU-ERC

RAFA JULVE / JOSE RICO / Barcelona

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Con argumentos e intensidades diferentes, la oposición catalana ha mostrado este miércoles su rechazo al pacto de gobernabilidad firmado por CiU y ERC. Una opinión ha sido común: la alianza "divide y excluye". El PSC e ICV-EUiA se sienten desplazados del frente a favor del derecho a decidir después de que Artur Mas y Oriol Junqueras hayan acordado el proceso, los términos y hasta los plazos para la consulta. El PPC, firme detractor del referendo soberanista, ha pronosticado más confrontación con el Estado y una etapa de fuerte inestabilidad en Catalunya. Todos han subrayado la falta de concreción en las medidas para combatir la crisis.

El PSC habla de "exclusión"

El portavoz del PSC en el Parlament, Maurici Lucena, ha denunciado la "privatización" del derecho a decidir que han practicado CiU y ERC, en lo que interpreta como una voluntad manifiesta de "arrinconar" a los socialistas y a ICV-EUiA, que habían expresado en la campaña electoral su apoyo a una consulta. "Hay una línea muy clara de dividir y excluir a determinados partidos. Ninguna negociación seria puede comenzar fijando plazos y límites temporales", ha advertido Lucena, que percibe, incluso, "un punto de hostilidad" hacia el resto de grupos en la negociación del acuerdo.

En cuanto a las medidas contra la crisis que se incluyen en el pacto, el PSC considera que son "muy genéricas" y ya ha avanzado que "difícilmente" podrá avalar el impuesto sobre depósitos bancarios creado el martes por el Govern, pues, en opinión de Lucena, no contribuirá a solucionar el principal problema de la economía: la falta de crédito. Además, ha lanzado un aviso a ERC para que no se fíe de CiU, recordando el precedente del documento de compromisos firmado con el PSC hace dos años para facilitar la investidura de Mas, y que fue papel mojado a los pocos meses. "Nos ponen las cosas muy difíciles para ayudarles", ha concluido.

El PP habla de "legislatura ni-ni"

Para el portavoz del PPC, Enric Millo, esta "alianza de intereses partidistas" dará pie a una "legislatura ni-ni, porque no habrá ni presupuestos, ni estabilidad, ni medidas para salir de la crisis". A su juicio, Esquerra será quien gobierne en la Generalitat, mientras que Mas ha pasado de autorigirse como "pal de paller" de Catalunya a convertirse en "el hombre de paja" del Ejecutivo catalán. Millo ha lamentado que convergentes y republicanos hayan creado "expectativas falsas" con una consulta "que no se celebrará", y ha pronosticado que la legislatura que ahora empieza "ya tiene fecha de caducidad", que es el 2014.

En su opinión, la nueva alianza entre CiU y ERC solo generará división, confrontación y división y "se llevará por delante a las clases medias, a los trabajadores y a los emprendedores". En lugar de impulsar la recuperación económica, ha añadido, se gastará mucho dinero de los bolsillos de los catalanes para sufragar la creación de "un Estado en paralelo", lo que implicará "más recortes en sanidad y educación".

"Viviremos en un clima cada vez más inestable y de lío permanente", ha augurado el portavoz popular, que ha reclamado a los dirigentes de Unió Democràtica de Catalunya, y en especial a su líder, Josep Antoni Duran Lleida, que "paren esta pesadilla" si es verdad que no están de acuerdo o, si no, "que reconozcan que están a favor" del camino emprendido por Convergència de separar a Catalunya de España.

ICV cree que es un "mal inicio"

La portavoz parlamentaria de ICV-EUiA, Dolors Camats, ha subrayado que un acuerdo entre dos partidos "es un mal inicio para asegurar que la consulta se realizará con garantías de éxito". "Es la consulta de CiU y ERC, no la del pueblo de Catalunya", ha afirmado en declaraciones a RAC-1. Respecto a la política económica y fiscal, Camats ha augurado que la austeridad extrema continuará, por lo que ha reprochado a Esquerra que haya aceptado "más recortes".

"La operación de Mas es solo una operación para tapar los recortes, para tapar que no se hará la reforma de la Administración y para tapar los casos de corrupción", ha espetado el líder de Ciutadans, Albert Rivera, quien ha aprovechado para afirmar que la alianza entre CiU y ERC ya "se fraguó en julio", cuando los republicanos evitaron que el 'president' compareciera en el Parlament para dar explicaciones sobre el 'caso Palau'.

Ciutadans carga contra CiU

Ciutadans ha insistido en que volverá a pedir la comparecencia del líder de CiU para que explique los supuestos casos de corrupción y ha acusado a los nacionalistas y a los republicanos de "dejar arruinada a la Generalitat" durante sus etapas anteriores de Gobierno. En sus críticas a la nueva alianza, Rivera también ha arremetido contra la consulta y ha aseverado que "los catalanes no se merecen gobiernos que estén al margen de la Constitución y del Estatut". Además, ha vaticinado que la pinza entre nacionalistas y republicanos provocará una nueva huida de empresas de Catalunya. "Hoy hay más gente preocupada por la situación que ayer", ha afirmado.