Chacón dice que el debate Rubalcaba-Rajoy evidencia que el programa del PP es un "paquete sorpresa con muy mala pinta"

La cabeza de cartel delPSC el20-N, Carme Chacón, ha vuelto este martes a la caravana electoral tras su viaje de un día aAfganistán para repatriar el cuerpo del sargento español que perdió el domingo la vida en ese país. La ministra se ha reunido enBarcelona con los dirigentes de la Taula d'Entitats delTercer Sector Social de Catalunya, que le han explicado su propuesta de 25 medidas para "primar la cohesión social" ante los efectos de la crisis.Chacón ha expresado su "coincidencia" con la mayoría de las reivindicaciones de este organimo no gubernamental y se ha comprometido a contribuir, desde el PSC, a incrementar su "visibilidad" ante las administraciones.

La candidata ha recordado que su programa apuesta por la dación en pago con efectos retroactivos (solo en aquellas hipotecas que se constituyan a partir de la aprobación de esa futura ley) y por seguir avanzando en la cesión al Govern de la Generalitat del 50% de la recaudación del 0,7% del IRPF que pagan los catalanes. "No podemos salir de esta crisis debilitando la cohesión y la justicia social", ha asegurado.

La aspirante socialista ha valorado el debate entreAlfredo Pérez Rubalcaba yMariano Rajoy indicando que evidenció que el programa del PP es un "paquete sorpresa con muy mala pinta". Según su opinión, el cara a cara sirvió para ver a un candidato,Rubalcaba, "con respuestas y propuestas claras", frente a otro,Rajoy, "que solo dio evasivas". "El candidato popular vino a decir una única cosa, que recortará en todo, excepto en la sanidad y la educación, cuyas competencias están transferidas a las autonomías. Como sus gobiernos territoriales ya están haciendo ajustes en esos ámbitos, él se centrará en el subsidio de empleo, la ley de la dependencia y la renta mínima de emancipación para alquilar viviendas", ha afirmado.

En clave catalana,Chacón ha pedido al candidato deCiU, Josep Antoni Duran Lleida, que lallamó recientemente "cunera", que deje de "insultar". "Lo ha hecho con los jornaleros andaluces, con los homosexuales, con los obispos, con los socialistas y ahora conmigo de forma más personal. Esos insultos solo ayudan a aumentar la desafección ciudadana hacia la política", ha concluido.