Vuelco municipal

El candidato 2.0

Carles Puigdemont es uno de los nuevos valores de CiU. El periodista y político afronta un mandato en minoría en el que deberá hacer de equilibrista

Carles Puigdemont.

Carles Puigdemont.

F. C.
GIRONA

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El nuevo alcalde de Girona era considerado el candidato 2.0 de las pasadas elecciones por algunos medios de información de Girona, que narraban numerosas anécdotas de su gran afición por las nuevas tecnologías de la comunicación y por las redes sociales. Una pasión que sin duda proviene de su formación de periodista, profesión que ha ejercido enEl Punty enCatalonia Today,y en la que destacó por ser uno de los impulsores de la Agència Catalana de Notícies (ACN), un verdadero revulsivo de la información local. Casado y con dos hijas, Puigdemont, de 48 años, es junto al alcalde de Figueres, Santi Vila, uno de las nuevos valores de Convergència en las comarcas de Girona.

Sin la contundente oratoria ni la agilidad de regate en corto que posee su homólogo de la capital del Alt Empordà (virtudes que lo llevaron a ser elegido candidato de CiU en Girona en las autonómicas de noviembre) Puigdemont, que también es diputado en el Parlament, ha demostrado que con su perseverancia en la oposición y la fe que tiene en sus propias posibilidades puede alcanzar metas insospechadas.

Muchos siguen preguntándose en Girona si los comicios los ha ganado Puigdemont o los ha perdido el PSC. Una duda que el alcalde nacionalista deberá despejar con logros reales en su mandato. Ayer, antes del pleno, afirmaba que se sentía «como un equilibrista».Y muchos ejercicios en el alambre tendrá que hacer para sacar adelante sus proyectos debido a que su equipo municipal está en minoría.

En su favor juega el hecho de que es una persona convincente en las distancias cortas. En su contra, que el partido que está más dispuesto a ayudarle, el PP, rechaza de plano su proclamado independentismo. Quienes lo conocen dicen que de pequeño quería ser astronauta. Ayer dijo que, como máximo, gobernará durante ocho años si los ciudadanos le dejan. Por el momento, no está en las nubes.