DISCURSO DE DESPEDIDA

Montilla se va con una apelación a superar el debate esencialista

Mas acompaña a Montilla hasta el coche como gesto de cordialidad, ayer, en el Palau de la Generalitat.

Mas acompaña a Montilla hasta el coche como gesto de cordialidad, ayer, en el Palau de la Generalitat.

NEUS TOMÀS
BARCELONA

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En su último discurso como presidente de la Generalitat, José Montilla expresó su deseo de que Catalunya consiga superar algún día el debate esencialista y aseguró que él no cejará en su empeño para conseguirlo. Montilla eligió para la despedida una reflexión de Jaume Vicens Vives en la que el historiador anhelaba un país con una sociedad más preocupada por el «hacer» que por el «ser». Menos abstraída, añadió el jefe del Govern saliente, por las «esencias» y los «miedos atávicos» y más dedicada a fomentar las esperanzas.

El ya expresident enmarcó el cambio al frente de la Generalitat en la «continuidad institucional» y la «alternancia» propia de toda democracia y, rememorando su toma de posesión, en noviembre del 2006, se mostró convencido de que durante su mandato ha actuado como el «humilde servidor» que hace cuatro años prometió que sería. «Es como me parece que he actuado en todo momento», subrayó en presencia de todos los consellers de su Ejecutivo.

PRIORIDAD COMÚN / El hasta ayer jefe del Govern mostró su convencimiento de que Artur Mas también centrará sus esfuerzos en encontrar salidas al negro panorama económico. «Esta crisis tan severa ha sido mi prioridad y lo será también del nuevo president», reconoció en su discurso.

Tras colocarle a Mas la medalla que le acredita como 129º presidente de la Generalitat y felicitarle y trasladarle sus «mejores deseos», Montilla salió del Palau de la Generalitat acompañado de su sucesor y subió al coche oficial para iniciar una nueva etapa, ahora desde un despacho en la Rambla de Catalunya.

El presidente saliente ha aprovechado las recepciones navideñas de estos últimos días para agradecer a los altos cargos del tripartito el trabajo realizado y para pedir a los funcionarios que trabajan en el Palau que traten bien a los nuevos inquilinos. Muchos ya los conocen porque están en plantilla desde la época de Jordi Pujol. Algunos incluso aplaudieron a Mas hace siete años pensando erróneamente que sería investido president. Ayer ya pudieron aclamarle sin temor a equivocarse.

Montilla tiene previsto instalarse esta misma semana en su nuevo despacho y ha pedido a Jordi Menéndez, adjunto al que fue secretario de la Presidencia Isaías Táboas, que sea el director de su oficina.

ALMUERZO CON 'PANCHO' / Si Mas escogió a su familia para celebrar su primer almuerzo como presidente en la Casa de Canonges, Montilla se hizo acompañar, el viernes, por Pancho Táboas, para compartir mantel y recuerdos en su última comida en la residencia oficial de los presidentes.

El líder del PSC empieza de nuevo, aunque sin abandonar la política como ha dicho en más de una ocasión, decidido a facilitar una renovación en su partido. Además de las tareas institucionales propias de los expresidentes, Montilla dedicará sus esfuerzos a preparar el congreso que el PSC celebrará en otoño.