El primer partido de la oposición

Hereu aprovecha el interregno del PSC para afianzar su candidatura

Jordi Hereu, ayer en Madrid, antes de entrevistarse con el ministro de Justicia, Francisco Caamaño.

Jordi Hereu, ayer en Madrid, antes de entrevistarse con el ministro de Justicia, Francisco Caamaño.

NEUS TOMÀS
BARCELONA

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Jordi Hereu se está beneficiando de la conmoción que todavía reina en la torre de mando socialista para postularse como candidato a la alcaldía de Barcelona. Ningún otro dirigente ha dado un paso al frente para sustituirlo y, de hecho, la dirección del partido tampoco tiene claro si otro alcaldable le garantizaría un resultado mejor que el que ahora auguran las encuestas. Pero aunque de momento en público se afirma que el candidato será Hereu, en privado varios dirigentes del PSC confirman que la decisión definitiva aún no se ha tomado y que lo más probable es que hasta enero no se acabe de dilucidar quién se enfrentará a Xavier Trias.

Objetivamente, el tiempo juega a favor de Hereu, y la federación socialista de Barcelona, con Carles Martí a la cabeza, no está dispuesta a dar su brazo a torcer. Quiere a Hereu sí o sí. Este cierre de filas tampoco ayuda a que alguien se postule para sustituirlo. Además, la actual dirección del PSC, tras el resultado de las autonómicas, tampoco está para dar demasiadas lecciones. Pero, siendo todo eso cierto, el problema de origen no ha variado: los sondeos dan como perdedor a Hereu, y si al drama de quedarse sin la Generalitat se le suma la pérdida de Barcelona la tragedia adoptaría tintes catastróficos.

En el PSOE ya empieza a cundir el pánico. Daba por hecho la derrota en las autonómicas, pero no se resigna a perder Barcelona. La capital catalana es, junto con Sevilla, uno de los dos grandes feudos socialistas en peligro, y en el PSOE hay dirigentes que pronostican que Hereu les conducirá a un fracaso seguro.

PRIORIDAD MUNICIPAL / Las elecciones de mayo son ahora la prioridad porque después de la hecatombe de las autonómicas hay que intentar mantener como sea el poder municipal. Después se abordará a fondo la reflexión sobre el modelo de partido y la sucesión de José Montilla al frente del PSC. En estos momentos, la mejor situada es la titular de Defensa, Carme Chacón. La actual dirección prefiere a la ministra porque sabe de su «fidelidad» a Montilla, quien, aunque insiste en que no dirigirá la transición, sí pretende tutelarla. Otro elemento que la beneficia es la edad. Tiene 39 años y, a diferencia de otros posibles candidatos como Montserrat Tura (56 años) y Antoni Castells (60 años), puede presentarse como una apuesta por la renovación. Un dirigente del PSC comparaba ayer el papel que ha desempeñado Alicia Sánchez-Camacho hasta ahora en el PPC con el que puede asumir Chacón en el PSC. No sería diputada en el Parlament, pero puede tener su propia agenda catalana. Y, calculando que CiU quizá esté dos legislaturas en el poder, tiene tiempo suficiente para ir desembarcando con calma.

En la dirección del PSOE no existen dudas y se da por hecho que ella debe ser la elegida. Claro que tener el aval del PSOE también puede ser visto como una imposición de Madrid. En todo caso, Chacón no moverá ficha como mínimo hasta después de las elecciones municipales.

EL ALCALDE, EN MADRID / Entretanto, Hereu sigue ejerciendo como primera autoridad socialista de Catalunya. Ayer, en un desayuno informativo del Nueva Economía Fórum, en Madrid, se animó, incluso, a insuflar energía en los alicaídos ánimos de la tropa socialista, informa Xabier Barrena. «Que nadie espere ver a los socialistas catalanes deprimidos o hundidos», subrayó, porque han sido «vencidos pero no derrotados» y el 28-N comenzó el trabajo para recuperar el Govern y hacerlo en «mejores condiciones» de las que han tenido.

Además, se permitió aconsejar a Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de Madrid, la ciudad más endeudada de España, que «eleve sus impuestos» si quiere acabar con los números rojos ya que él no aceptará «que sea el Gobierno el que rescate» a la capital.