La capital catalana

Los socialistas solo logran salvar los muebles en Nou Barris

JAVIER BELMONTE
BARCELONA

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La batalla de Barcelona, la que comienza ahora, la que enfrentará en las elecciones del 22 de mayo a Xavier Trias con una candidatura socialista para la que se postula Jordi Hereu con el apoyo explícito de la federación local del partido, pero sobre la que todavía no se ha pronunciado la dirección del PSC, empieza con un Dunkerque socialista. Como sucedió otro mayo, el de 1940, cuando los alemanes echaron al océano Atlántico a los aliados, ayer CiU pasó como un rodillo sobre el PSC en nueve de los 10 distritos de la ciudad. Los socialistas solo salvaron los muebles en su feudo de Nou Barris, y lo hicieron de una manera no demasiado brillante: con un 28,21% de los votos frente al 37,4% del 2006.

Perdieron los socialistas en distritos que antes les eran tremendamente fieles como Sant Andreu o Sant Martí. Y en dos de los distritos de Barcelona, Les Corts y Sarrià-Sant Gervasi, el PP se convirtió en la segunda fuerza política, tras CiU y por delante del PSC. En el Eixample, los socialistas apenas sacaron un punto a los populares. Y en Gràcia, ICV-EUiA se quedó solo un punto y medio por detrás del PSC.

MÁS VOTO EN BLANCO // Ayer votaron 611.364 barceloneses (la participación fue del 61,69%, frente al 60,60% de las autonómicas del 2006 y el 49,6% de las municipales del 2007) y hubo dirigentes socialistas que se apresuraron a decir que sus electores se habían quedado en casa. Si fue así, habría que añadir que los partidarios de CiU salieron en masa a votar. Y los del PP. Y un 3% de los electores hizo el esfuerzo de salir de casa para votar en blanco, un punto más que hace cuatro años.

Tocará ahora a la cúpula del PSC, aún liderada temporalmente por Montilla, analizar si en esos pésimos resultados ha influido más la gestión del tripartito encabezado por el propio Montilla o la del Ayuntamiento de Barcelona, cuyos responsables llevan tiempo en un proceso de caída libre en todas las encuestas, incluidas las que encarga el consistorio, y perdieron estrepitosamente el plebiscito sobre Hereu en que torpemente convirtieron la consulta sobre la reforma de la Diagonal de la pasada primavera. Y de esa reflexión socialista sobre el reparto de culpas entre Montilla y Hereu acabará saliendo el nombre del rival de Xavier Trias, irónicamente un político que no hace demasiado era cuestionado como candidato en la dirección de la formación nacionalista.

Acabará saliendo, o no. Porque Hereu y los dirigentes de la federación socialista de Barcelona están dispuestos a librar una última batalla en unas primarias que controlaría la propia federación y a las que cualquier otro hipotético candidato a ser primero de lista se pensaría más de dos veces acudir.

MAL DE MUCHOS... // Hereu y sus valedores de la federación barcelonesa podrán esgrimir hoy aquello de mal de muchos... Los resultados socialistas en el Baix Llobregat, feudo de los barones de Montilla, tampoco son para echar las campanas al vuelo. Como tampoco lo son los que han obtenido en la ciudad de Lleida, donde es alcalde una figura emergente del socialismo catalán como Àngel Ros.

Y el dato preocupante: la xenófoba Plataforma per Catalunya obtuvo más del 2% en Nou Barris y Ciutat Vella y lo rozó en Sant Martí, Sant Andreu y Sants-Montjuïc,