INVESTIGACIÓN JUDICIAL

La fiscalía requiere el rastreo de cheques por 22 millones

La acusación alega que los talones fueron cobrados en efectivo

J. G. A.
BARCELONA

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La Fiscalía de Barcelona no ha solicitado al juez una investigación separada para aclarar el pago de presuntas comisiones a personas y entidades ligadas a Convergència Democràtica (CDC), sino también para averiguar el destino de más de 22 millones de euros que fueron retirados en efectivo, mediante cheques, de las cuentas del Palau de la Música. Hasta ahora se desconoce si todos estos fondos fueron a parar a manos del expresidente de la entidad, Fèlix Millet, a las de sus colaboradores, o si sirvieron para otras operaciones.

La acusación pública ha pedido al juez que requiera a diversas entidades bancarias información sobre el cobro en metálico de centenares de cheques emitidos ente el 2002 y el 2008 . Es decir, que digan si tienen constancia de quien retiró el importe o en que banco fueron ingresados para hacerlos efectivos. Y es que la información es relevante, ya que algunos de los cheques ascendían a más de 300.0000 euros. La fiscalía pide el rastreo de 1,2 millones de euros sacados de una cuenta corriente solo en los siete primeros meses del 2002 y otros 2,4 millones desde septiembre de ese año hasta julio del 2003. En total, son más de 22 millones de euros de cuentas de la Fundació Orfeó Català-Palau de la Múscia y de la asociación Orfeó. El juez Juli Solaz no se ha pronunciado sobre esta cuestión, ya que la fiscalía requirió la información en el apartado referente a la pieza separada en la que se incluía la declaración como imputados de cargos de CDC.

LOS TESTIGOS / Respecto al saqueo, el juez no ha admitido la petición del Orfeó de imputar a la que fuera directora general, Rosa Garicano, al entender que la acusación no ha detallado las sospechas que existen sobre ella. Sí han sido citados como testigos dos exauditores del Palau, el abogado Javier Nart y Eduardo Porta. Estos últimos recibieron en sus cuentas en Suiza unos ingresos que provenían de un depósito bancario de Millet en ese país. El letrado asegura que no conoce a Millet y que todo es un error del banco.