Diputados por un pleno

Día de despedidas en el Parlament de Catalunya. Último pleno de la legislatura. Los diputados aún se verán, si acuden a su puesto de trabajo, hasta el 4 de octubre, día en el que el DOGC publicará la convocatoria de las elecciones autonómicas del 28 de noviembre. La novedad: dos diputados vivieron simultáneamente el primer día de cole y el último. Su primer y último pleno. Dídac Pestaña, del PSC, sustituye a la que fuera portavoz adjunta, Carme Figueras, ahora destinada en el Consell de l'Audiovisual de Catalunya. Jordi Cots (ERC) releva a Uriel Bertran, hoy compañero de viaje de Joan Laporta en Solidaritat Catalana.

Socialistas y republicanos proclamaron casi a voz en grito: «¡Han renunciando a su salario como diputados!». En efecto, ni Pestaña ni Cots percibirán lo que les tocaría, que no es moco de pavo, porque no son diputados por un día. El socialista lo es desde el 1 de septiembre. El republicano, desde ayer. Ambos lo serán, como el resto, hasta que se constituya de nuevo el Parlament tras las elecciones, a más tardar el 18 de diciembre. Un diputado de Barcelona provincia cobra unos 60.000 euros anuales como mínimo (descontados cerca de 3.500 euros por el recorte anticrisis). Unos 4.200 euros brutos al mes. En consecuencia, a Pestaña le tocarían casi 15.000 euros brutos por tres meses y medio de labor y a Cots, casi 9.000. Ambos rechazaron el dinero, el ordenador portátil, la Blackberry y la tarjeta de gratuidad de peajes que les tocaba como parlamentarios.

Recuerdan fuentes maliciosas que si hubieran querido cobrar el sueldo, tendrían que haber renunciado al que ya perciben. Pestaña como vicepresidente de Transports Metropolitans de Barcelona y Cots como funcionario de la Generalitat. A simple vista, existe un matiz: Cots hubiera ganado dinero; Pestaña, lo hubiera perdido. Cots, teniente de alcalde de Cardedeu (Vallès Oriental) que asegura no contar con remuneración por ello, integraba la corriente crítica Esquerra Independentista, que lideraba su antecesor en el escaño, Bertran. Ayer fue «el tercer día en siete meses» que no acude a recuperación. Tras las europeas de junio del 2009, Cots iba a coger el tren y cayó entre el andén y el vagón. La lesión, grave, forzó una operación y un reposo largo.

Llegó antes de las nueve a la Cámara catalana. Al final de la jornada había votado cuatro leyes y una proposición de ley. Cuatro veces a favor y una en contra. A Pestaña su paso efímero por el Parlament le parece «una anécdota divertida». Otro matiz: al republicano le haría ilusión volver a la Cámara catalana. En cambio no entra «en las previsiones» del socialista.

Las caras del adiós

Varias son las caras que en principio no volverán, de Daniel Sirera, exlíder del PPC, al antes diputado de Ciutadans José Domingo. Es posible que Ernest Benach no presida de nuevo el Parlament, aunque será diputado. Se despidió, agradecido, citando a su predecesor: «Rigol me dijo que ser presidente del Parlament es una de las mejores cosas que te pueden pasar en la vida. Lo ratifico».