ERC augura un crecimiento de los independentistas

Joan Puigcercós habló ayer con rostro serio, solemne, institucional. Pero en su interior bailoteaba una sonrisa pícara. Esquerra Republicana de Catalunya tenía preparada desde hacía tiempo su maquinaria electoral post-sentencia y solo le faltaba que el Tribunal Constitucional (TC) prendiese la mecha. Por momentos temieron en las filas republicanas que el fallo no llegase antes de las elecciones, así que, aunque ahora no toca exteriorizar alegría por sentido institucional, Esquerra no va a disimular que la resolución final puede servir como bálsamo ante tanta mala encuesta.

«Que nadie dude que, hoy, después de la estocada mortal al Estatut de Catalunya, hay más catalanes y catalanas convencidos de que este es el único camino». El camino es, obviamente, la independencia, y Puigcercós, el líder que aspira a canalizar la desafección respecto a España.

Para conseguirlo, ERC quiere medir bien sus pasos. Nada de echarse al monte. Para empezar, Puigcercós se sumó al llamamiento del president, José Montilla, de dar «una respuesta democrática, unitaria y coherente, con los valores que han mantenido a Catalunya viva como país a lo largo de la historia», a lo que juzgó como un «ataque a la dignidad y a la libertad de todos los ciudadanos, vengan de donde vengan y hablen la lengua que hablen».

En su opinión, Catalunya ha salido perdiendo del «choque de legitimidades» con España. A un lado, «la legitimidad del pueblo de Catalunya ya expresada en las urnas por referendo». Al otro, «10 magistrados de un tribunal fuertemente desprestigiado y convertido en campo de batalla de los intereses inconfesables de los grandes partidos españoles».

VISIONES DIFERENTES / Hasta aquí las coincidencias de Puigcercós con Montilla. Si el president ha subrayado que el 95% del Estatut ha salido indemne de su paso por el alto tribunal, el líder de ERC opina diferente: «El TC no solo ha alterado el Estatut, sino que ha modificado unilateralmente los límites del pacto autonómico al margen de la voluntad popular», de forma que «ha quedado claro que aquello que quiere una parte significativa de la ciudadanía no cabe en la Constitución española».

Ni que decir tiene que, de haber sido más restrictiva la sentencia final, unas reacciones divergentes entre ambos socios hubieran dejado en un lugar muy comprometido a ERC dentro del tripartito. Otro motivo de alegría para Puigcercós. Así, los republicanos salvaron los platos de aquí a las elecciones.