PUBLICACIÓN DE LAS BALANZAS ENTRE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS

El Estado cifra por primera vez el déficit fiscal catalán

MANEL MANCHÓN
MADRID

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Los datos tienen, al fin, el membrete del Gobierno que Catalunya reclama desde hace años. Por primera vez el Ejecutivo divulgó ayer las esperadas balanzas fiscales, el saldo entre lo que la Administración central gasta y recauda en cada territorio, y de este modo reconoció con cifras --y no solo de palabra-- el déficit que tiene con Catalunya. El resultado es coincidente con los 36 estudios que realizados por instituciones públicas y privadas: cuatro autonomías --Catalunya, Madrid, Valencia y Baleares-- reciben menos de lo que aportan al Estado. El déficit fiscal catalán del 2005 se situó entre los 10.967 y los 14.807 millones, del 6,38% al 8,7% del PIB, según las dos metodologías empleadas.

El Instituto de Estudios Fiscales, que depende del Ministerio de Economía y Hacienda, desveló así lo que parecía un secreto de Estado, tomando como año de referencia el ejercicio del 2005. Las cifras sobre el saldo negativo con Catalunya son muy parecidos a los que aportó la pasada semana la Generalitat. Incluso son equiparables utilizando los dos métodos que los expertos consideran recomendables para calcular las balanzas fiscales: el método del flujo del beneficio y el del flujo monetario. El primero analiza cómo repercute el gasto estatal no solo en el bienestar de los habitantes del territorio adonde se destina, sino en el del conjunto de los españoles. El segundo mide, en cambio, la incidencia del gasto público en cada territorio. Con el primero, el Govern calculó que el déficit catalán del 2005 fue del 7,4% del PIB, 12.629 millones; con el segundo, el saldo negativo fue del 9,8%, 16.735 euros.

La publicación de las balanzas fiscales avala, por tanto, la tesis de la Generalitat y las fuerzas catalanas, aunque ayer el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, dejó claro no que no se podían vincular estos datos a la reforma de la financiación autonómica. El Ejecutivo cree que ha ofrecido un instrumento de transparencia al presentar hasta seis balanzas fiscales diferentes, jugando con diversas hipótesis y siempre en función de los dos métodos.

LAS DISPARIDADES

Las diferencias son muy notables en función de esas hipótesis. El Instituto de Estudios Fiscales ofreció cuatro balanzas con el método del flujo del beneficio y dos con el del flujo monetario. En el caso menos favorable para Catalunya, con el primer método, el déficit es del 6,38%, y el reparto de la recaudación del impuesto de sociedades, con una imputación siempre complicada en cada comunidad, se adopta según una proporción del 70% y 30% entre accionistas y consumidores, respectivamente. Una distribución subjetiva que se va variando en cada una de las seis balanzas.

CASTIGO A BALEARES Y

cuanto menor es el déficit de Catalunya, mayor es el de la Comunidad de Madrid. Ello se debe a que con ese método no se tiene tan en cuenta el efecto de capitalidad: ni lo que los funcionarios del Estado gastan en esta comunidad, ni la inversión pública en infraestructuras y equipamientos que se consideran para todos los españoles. Así, la Comunidad de Madrid presenta un déficit del 8,92% de su PIB. Cuando el déficit es mayor para Catalunya, adoptando la metodología del flujo monetario, el madrileño disminuye en paralelo. Se comprueba en las dos balanzas calculadas con ese método: 8,69% y 8,70% de déficit catalán frente al 5,59% y 5,57% de Madrid.

Pero hay otros casos que el Gobierno desvela. Baleares, con las dos metodologías, presenta un déficit fiscal muy elevado, entre el 7,47% y el 14,2% de su PIB. Y como Catalunya, el déficit es mayor con el método del flujo monetario.

Aunque el volumen de la economía de Baleares es más pequeño, el impacto sobre las islas es determinante. El 14,20% de déficit supone un saldo negativo con el Estado de 3.190 millones de euros en el 2005.

Pero en la publicación, por primera vez por parte de un Ejecutivo español, de las balanzas fiscales, destaca el caso de la Comunidad Valenciana. De forma similar a Baleares y Catalunya, su déficit es mayor cuando se aplica el método del flujo monetario. Pero aparece en todos los casos como una autonomía que está por debajo de la media de renta y, en cambio, lejos de tener superávit con el Estado, acaba teniendo saldos negativos. Su déficit oscila entre el 6,4% y el 3,22% de su PIB. En ese cuadrante también aparece Murcia, con lo que una de las conclusiones del trabajo del Instituto de Estudios Fiscales es que el arco mediterráneo sale especialmente perjudicado en su relación con la Administración del Estado.

Los números que ofreció ayer el Gobierno pretenden romper tópicos. Con un rostro serio, parco en palabras, Ocaña, número dos del vicepresidente Pedro Solbes, insistió en que se demuestra que hay un "alto nivel de solidaridad". En el otro extremo, entre las comunidades que más reciben se encuentran Extremadura, Asturias, Galicia, Castilla-León, Castilla-La Mancha y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Andalucía, en cambio, se encuentra en una zona media, con superávits con las dos metodologías que oscilan entre el 3,05% y el 4,65% de su PIB.