Opinión | Apunte

Astrid Barrio

Astrid Barrio

Profesora de Ciencia Política de la Universitat de València. Miembro del Comité Editorial de EL PERIÓDICO

Spillover en la Catalunya post 'procés'

La victoria del PSC en las elecciones al Parlament de Catalunya y la ausencia de mayoría independentista podría poner fin a esta perniciosa dinámica de paralización

El candidato del PSC, Salvador Illa, en un mitin

El candidato del PSC, Salvador Illa, en un mitin / JORDI COTRINA

Catalunya lleva más de una década paralizada como consecuencia primero de los recortes derivados de la crisis de 2008 y más adelante, partir de 2012, como consecuencia del inicio del procés independentista. El escaso número de presupuestos aprobados desde 2016 -hasta en cinco ocasiones, 2016, 2018, 2019, 2021, y 2024, o no se han presentado o no han prosperado- dan buena cuenta de ello. Al fin y al cabo la Ley de Presupuestos es la ley que anualmente que fija las prioridades del gobierno y dota de los recursos necesarios para hacer posible su cumplimiento. Pero es que incluso cuando los presupuestos se han aprobado no han sido capaces de afrontar los grandes retos de los que depende nuestro desarrollo y progreso como sociedad, sin ir más lejos la necesidad de emprender obras de emergencia como consecuencia de la sequía constituyen un buen ejemplo. Y todo ello no es más que el resultado la existencia de unas mayorías políticas artificiales y contradictorias desde el punto de vista ideológico que han cristalizado como consecuencia del 'procés'.

Sin embargo la victoria del PSC en las elecciones al Parlament de Catalunya y la ausencia de mayoría independentista podría poner fin a esta perniciosa dinámica. Su programa político y las prioridades que ha señalado Salvador Illa en algunos ámbitos sectoriales podrían ayudar a empezar a acabar con la política de bloques que ha caracterizado a la década perdida. Y hacerlo, no solo logrando acuerdos transversales entre el bloque constitucionalista y el bloque independentista, sino también entre la izquierda y la derecha. Por lo pronto existen al menos cuatro ámbitos sectoriales de vital importancia en los que existe una notable coincidencia en el diagnóstico y mucha cercanía en el tratamiento entre el PSC, Junts per Catalunya y el PP: grandes infraestructuras de movilidad y de servicios, vivienda, medio ambiente y sostenibilidad, seguridad y probablemente haya terreno para el entendimiento en vivienda y urbanismo. No es por tanto descabellado plantear que si se produce la investidura de Illa, o quien sabe si como condición a la investidura de Illa, se pueda recuperar una cierta transversalidad en algunos aspectos cruciales para Catalunya que podrían salir adelante sino con consenso sí al menos con amplias mayorías interbloques. Y a partir de ahí lo que surja.

Posiblemente en un momento de elevada polarización y siendo los partidos catalanes tan siervos de las dinámicas multinivel este planteamiento puede resultar en exceso ingenuo. No obstante, no es una idea peregrina y su utilidad está demostrada incluso en condiciones más difíciles que las nuestras. Al fin y al cabo, el efecto spillover o del desbordamiento, es el que vio nacer y ha permitido el desarrollo de la Unión Europea y se basó precisamente en la puesta en común de cuestiones problemáticas que podían suscitar consensos entre diferentes y contribuir, llegado el caso, a evitar un nuevo conflicto bélico. El ámbito escogido fueron las políticas del carbón y el acero esperando que a partir de esa primera experiencia compartida pudiesen surgir complicidades y nuevos intereses comunes, tal y como así acabó sucediendo. Por ello sería una lástima y una oportunidad perdida que habiendo margen en Catalunya para la cooperación y los grandes acuerdos, el partidismo, la sumisión o la estrechez de miras impidiesen ni siquiera intentarlo.  

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