¿Qué proponen para Barcelona?

Es muy complicado separar con un bisturí lo que es Barcelona del resto de Catalunya. La trama urbana por la que nos movemos las personas cotidianamente supera los límites del término municipal y empieza a desbordar también los del área metropolitana hasta abrazar la región o el arco metropolitano. No tiene sentido negar esta realidad que impacta sobre los servicios públicos, sobre la vivienda, sobre la generación de riqueza y sobre el medio ambiente, entre otras muchas cosas. Pero tampoco tiene sentido convertir a Barcelona en Catalunya. La dialéctica entre Pujol y Maragall envenenó ese debate, pero en el siglo XXI deberíamos ser capaces de abordarlo. Com en tantas cosas, el modelo de Madrid no sirve porque es el que se puso en práctica en Barcelona hace un siglo y medio y la sucesiva agregación de los municipios colindantes ya ha dado, en nuestro caso, los frutos que podía dar. Se necesita una idea más parecida al Gran Londres o a la Ille de France.

En este contexto, debería ser de obligado cumplimiento que los aspirantes a presidir la Generalitat expusieran cuáles son sus propuestas para Barcelona, para esa Barcelona real que no puede absorber a toda Catalunya, pero que tampoco puede ser tratada como un mero municipio más. Queremos saber de qué manera se va a combatir el cambio climático en esta trama, qué prioridad van a dar a las inversiones en los servicios públicos en este área, qué solución van a defender para el aeropuerto, qué política seria de vivienda se disponen a impulsar, y tantas otras cosas que los votantes de Barcelona necesitan saber antes de acudir a las urnas. Hablamos mucho del reequilibrio territorial en España y muy poco en Catalunya. No es un tema menor, la falta de una política para Barcelona está en la base de ese debate y una campaña electoral es el mejor momento para abordar estas cuestiones. Catalunya no es Barcelona pero sin Barcelona no sería Catalunya. 

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