Un mensaje para los violadores pobres

Ahorren. Quedó demostrado que durante el proceso judicial se puede perseguir, violentar y defenestrar a la víctima (la tuya y cualquier otra) sin consecuencias, ni costos.

Se pueden saltar todas las advertencias e igual publicar las fotos de las chicas para que todo el mundo las reconozca, las señalen y te ayuden a insultarlas para que se cansen. Para que desistan ya con eso de buscar "justicia".

Se puede incidir en la opinión pública sobre estás tres clásicas categorías para las mujeres víctimas de violencia sexual: loca, promiscua o busca dinero. Una fórmula que no falla desde el medioevo.

Te pueden abrazar tus amigos, tu familia y tus compañeros de trabajo para que puedas patear la pelota cuando quieras sin pensar en la violación a la vista del mundo entero que cometiste. Y que hasta parcialmente confesaste frente a una jueza. El beneficio de tener línea directa con tu feroz equipo de abogados. 

Pero no vayas a cometer el pecado irreparable de no tener dinero. Porque ahí sí. Podrás sólo soñar con estar en una playa de Brasil mientras marcas con rayas los días en un cuchitril de uno por uno, a la espera que un defensor público tenga un momento de responderte sobre sí tienes derecho a apelar o no. Ahí sí, te puede llegar alguna clase de "justicia".