Del 'pressing ERC' al 'pressing Comuns'

¿Por qué los Comuns amenazan con tumbar este año los presupuestos catalanes, tras el acuerdo entre ERC y PSC? Los morados esgrimen su oposición al Hard Rock, un proyecto que nada tiene que ver con las cuentas públicas y del que se habla desde hace años sin que nada haya cambiado. En realidad, el casino es una excusa. Lo que desean es que ERC se abra a un tripartito en el Ayuntamiento de Barcelona, y la última bala es el chantaje sobre unas cuentas que, objetivamente, son expansivas, tanto en política social como en inversiones. Ada Colau lleva meses exigiendo su entrada en el Gobierno municipal, cargando duramente contra Jaume Collboni. La exalcaldesa soñaba en secreto con un pacto entre PSC y Junts, lo que le hubiera regalado el papel de oposición, acusando así a los socialistas de traidores por aliarse con los poderosos y los lobis. El clásico discurso populista. Pero no es ese el camino elegido, sino un eventual bipartito con ERC, tras la aprobación de las cuentas municipales. En los ayuntamientos, para evitar el bloqueo, y ante la imposibilidad de convocar elecciones, las cuentas se aprueban 'in extremis' si no hay alternativa al alcalde. En Barcelona, con el sí de Colau o no, habrá presupuestos.

Sin embargo, en el Parlament, el apoyo de los Comuns es determinante, y están jugando fuerte al 'pressing ERC'. El fracaso para Pere Aragonès sería fatal a menos de un año de las autonómicas, y con Junts al alza tras el éxito obtenido con la amnistía. Para neutralizar esa amenaza, los republicanos han decidido jugar también al 'pressing Comuns'. Ellos también son imprescindibles en el Congreso para los presupuestos del Estado, y así acaban de hacérselo saber a Yolanda Díaz. Se tienen sujetos los unos a los otros. Si los Comuns tumban las cuentas catalanas, los republicanos pueden arruinar los presupuestos del Gobierno de España. Una pelea a la Pedro Sánchez asiste horrorizado, pues necesita despejar la corrupción del caso Koldo y lograr que su electorado se olvide rápido de la impunidad, llamada ley de amnistía, con la que ha comprado el apoyo de los separatistas. 

Suscríbete para seguir leyendo