ASUNTOS PROPIOS

Max Roures, creador de Dinder: "El éxito es pasar tiempo con los tuyos, no tener un imperio"

El hijo de Jaume Roures es el CEO de la 'app' de citas (y planes) para personas con discapacidad que va camino de ser un club social

Un 'Tinder' para personas con discapacidad intelectual: "Tenemos vida sexoafectiva"

Max Roures, creador de Dinder.

Max Roures, creador de Dinder. / Elisenda Pons

Núria Navarro

Núria Navarro

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Su padre, Jaume Roures, empezó a trabajar a los 12 años, a los 20 estuvo en la cárcel por militar en Comisiones Obreras y a los 44 fundó el gigante audiovisual Mediapro. Difícil marca a batir. Max Roures, el segundo de sus tres hijos, apunta a ser la versión 'chill' del magnate de la comunicación. A los 33, es el patrón de Mas Sorrer (Gualta), la central del ocio ampurdanés –domicilio del Delirium Festival–, y está en el puente de mando de Brothapps, una desarrolladora de aplicaciones de telefonía. La última es Dinder, más que un Tinder de citas y planes para personas con discapacidad.

¿Le inspiró algún caso cercano?

Durante la pandemia tuve que cerrar Mas Sorrer y en una comida, Marc, el hijo de Mònica Terribas, me explicó que tenía dificultades con las apps de citas. Mi hermano, Jan, diseñó el proyecto; mi padre lo paga y yo hago que las cosas ocurran. La idea inicial era un Tinder, pero estamos trabajando en un edificio cerca del Mercat de Les Corts que será el primer club social dedicado a las personas con discapacidad.

"Marc, el hijo de Mònica Terribas, me explicó que tenía dificultades con las 'apps' de citas"

No es un negocio muy lucrativo.

Era un problema que había que solucionar. Mi foco no es el dinero, es intentar hacer algo útil para la comunidad. La única presión que hemos recibido de mi padre es la de crear cosas que ayuden a la sociedad. No puedes no hacerlo si tienes el tiempo y el dinero.

Que lo tiene.

Yo no. Y no fui consciente del que teníamos en casa hasta los 18 o 19 años.

¿En serio?

Fui a coles públicos y las conversaciones en casa iban sobre progreso social, igualdad de oportunidades, ayuda a los demás. Para tener mi primer móvil, a los 13 años, tuve que trabajar tres semanas ordenando facturas de [las películas] 'Barrio' y 'Princesas'. Luego, entre los 13 y los 16 años, fui un rebelde sin causa.

"A los 15 dejé los estudios y mi padre me dijo que perfecto, pero me metió en la obra"

¿Cómo de rebelde?

A los 15 dejé los estudios y mi padre me dijo "perfecto, pero a trabajar". Me metió en la obra. Le salió el tiro por la culata porque, como peón, ganaba 1.800 euros al mes y no volví al instituto. Después, tirando cable en La Sexta, me saqué tercero y cuarto de la ESO en seis meses y, ya en Dubái, el bachillerato.

¿Qué hacía en Dubái?

Trabajar para que los jugadores de fútbol ganaran más dinero. Era un obseso. Llegaba a ver seis partidos al día. Y si perdía el Barça, me ponía de malhumor. Mi pareja de entonces estaba en una oenegé. La acompañé a Vietnam a dar clases de fotografía a niños huérfanos, y al ver su emoción, entendí que mi trabajo no me hacía feliz. Dejé el trabajo y el fútbol. Desde hace años solo sigo al Girona.

"Hacía ganar más dinero a futbolistas ricos. Dejé el trabajo y el fútbol. Solo sigo al Girona"

Drástico.

Me fui a Grecia, molesto por el trato que daba la UE a Turquía: pagarle por contener el éxodo de refugiados. Me uní a la oenegé Open Cultural Center por tres semanas y me quedé dos años. Montamos un colegio en Polikastro, al lado de un campo de refugiados de Nea Kavala, y un evento para ver el Barça-Madrid para mil refugiados. Luego salté a Lesbos y, con Better Days, montamos ligas para adultos y menores de 16 años patrocinadas por la Johan Cruyff Foundation, La Liga y Mediapro.

"He visto cómo trabajaba mi padre y no quiero eso para mi familia"

¿A la vuelta era otro?

Después de 10 años fuera, sabía que no quería estar en una oficina. En 2018 conseguí que me vendieran Mas Sorrer, un lugar al que solía ir de adolescente con mis padres y, más tarde, con los amigos. 

Vida rural, fuera del foco.

Soy un tío tranquilito. Intento pasar lo más desapercibido posible. No me interesa la fama. Mi objetivo es poder criar a mis hijos sin que el trabajo lo perturbe. He visto cómo trabajaba mi padre y cuando me dijo que dejaba Mediapro, me produjo tristeza, porque era de la familia, pero me alegré de que pudiera descansar. Para mí, el éxito es pasar tiempo con los tuyos, no tener un imperio.

¿Qué le aconseja su padre?

Es mi mentor más bestia, pero no es la persona más emocional del mundo. Cojo con pinzas sus consejos de vida porque siempre me da la misma respuesta: "Tu poder está en tu cabeza". Para los asuntos emocionales acudo a mi madre. Creo que soy el Roures más social, el que más hablaba en las fiestas que daban en casa.

"Woody [Allen] me dio un trabajo en 'Midnight in Paris' porque le prometí que, si me lo daba, dejaba de fumar"

En las que se codeó con Woody Allen, imagino.

Nos hicimos especialmente amigos porque mi padre no hablaba inglés y yo les hice de intérprete. Woody me dio trabajo en 'Midnight in Paris' porque le prometí que, si me lo daba, dejaba de fumar.

¿Dejó de fumar?

Aguanté 10 días. 

Ay. ¿Qué diría que le define?

Ser un solucionador de problemas. E intentar ser trampolín para las personas que trabajan en mis empresas.

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