Mi Gabriel Ferraté
Procuramos trabajar día a día siguiendo su maestría de pragmatismo y eficacia, de trabajo discreto y efectivo, de creación de equipos e instituciones que persisten en el tiempo al servicio del país.
Miquel Barceló Roca
Dr. Ingeniero industrial y economista.
Cuando fui a estudiar Ingeniería Industrial en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Barcelona, Gabriel Ferraté era su director. Allí miles y miles de ingenieros industriales nos formamos y estructuramos nuestra manera de hacer frente a los problemas y aprovechar las oportunidades desde el pragmatismo y la discreción.
Cuando acabé la carrera, Gabriel Ferraté ya era el Rector de la UPC. Él estableció las bases de lo que hoy es esta gran universidad. Pasó de ser una Escuela de ingenieros industriales de Barcelona a una Universitat Politècnica de Catalunya. Politécnica creando nuevas facultades y escuelas de las diferentes ramas de la ingeniería y promoviendo campus universitarios por todo el territorio catalán.
Un hito importante fue el diseño y creación del actual Campus Nord de Barcelona, con la inestimable colaboración de quien fue presidente del Consell Social, Pere Duran Farrell.
Cuando pasados unos años entré a trabajar en la empresa EYSSA, Gabriel Ferraté era una especie de Director Técnico que aparecía de vez en cuando para inyectar innovación y creatividad a unos cuántos centenares de jóvenes ingenieros salidos de su UPC.
Cuando más adelante leía los magníficos estudios de la Fundació Cerdà, ¿quién era su presidente? Gabriel Ferraté.
Un día vi pasar una moto de gran cilindrada a la velocidad de la luz... ¿Quién era su conductor? Gabriel Ferraté. El hombre relámpago que supera las restricciones del espacio y tiempo.
Cuando como diputado en el Parlament de Catalunya visité la UOC, ¿quién era el Rector? Gabriel Ferraté, quien explicó cómo aplicó cierta mecánica cuántica organizativa consiguiendo crear una universidad virtual y real, al mismo tiempo pública y privada. La creatividad al servicio de los objetivos de la organización.
Son bien conocidas sus sesiones maratonianas que acababan a las tantas de la madrugada, que cuanto más avanzaban más animaba a pesar del agotamiento del resto de los participantes. Seguía dominando el tiempo y el espacio.
Una de sus muchas capacidades era la de saber crear equipos humanos de muy alto nivel, que hacían posible que su liderazgo tuviera una aplicación efectiva y a menudo brillante. Gabriel creó una escuela de trabajo efectivo, con los muchos profesionales que lo han acompañado y que hoy siguen liderando proyectos importantes con el estilo Ferraté.
Gabriel Ferraté, el hombre omnipresente que nos ha iluminado a miles y miles de ingenieros que procuramos trabajar día a día siguiendo su maestría en el pragmatismo y la eficacia, su trabajo discreto y efectivo, su creación de equipos e instituciones que persisten en el tiempo al servicio del país.
Con su fiel amigo y estrecho colaborador, su inseparable Josep Maria Oliveres, hace tiempo que prepararon su salida de este escenario terrenal, que no de nuestras vidas y nuestros recuerdos.
Así, cuando me pregunten qué soy o qué hago, contestaré: "soy ingeniero industrial de la Escuela de Gabriel Ferraté".
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