ASUNTOS PROPIOS

Carlos Umaña, Premio Nobel de la Paz: "Seis veces hemos estado al borde de la guerra nuclear"

La retórica incendiaria de los líderes de algunas potencias nucleares y el cambio climático han aumentado el riesgo, según el activista costarricense

Carlos Umaña en el Palau Macaya

Carlos Umaña en el Palau Macaya / Zowy Voeten

Núria Navarro

Núria Navarro

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Durante la crisis de los misiles de Cuba, en los 60, el Reloj del Apocalipsis, que recoge la opinión de los miembros del Boletín de Científicos Atómicos, señaló que estábamos a 12 minutos de una catástrofe nuclear a gran escala. Hoy marca 90 segundos. Descifra esta escalada el Premio Nobel de la Paz Carlos Umaña (Costa Rica, 1975), copresidente de la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear (IPPNW), invitado a Barcelona por el Observatorio Social de la Fundació 'la Caixa'.

¿90 segundos? ¿Por qué?

Se explica por tres causas: 1/ la retórica incendiaria de los líderes de ciertas potencias nucleares, 2/ la crisis climática, con potencial para generar discursos extremistas y agravar conflictos por los recursos, y 3/ la posibilidad de detonaciones accidentales.

"La suerte es lo que nos ha mantenido con vida"

Esta última siempre existió, ¿no?

Los sistemas de alerta han fallado muchísimas veces. Se han documentado más de mil accidentes con el arsenal nuclear solamente en EEUU. El mundo ha estado a punto de una guerra nuclear a gran escala en seis ocasiones por accidente. Robert McNamara, secretario de Defensa de John F. Kennedy, afirmó que fue cuestión de suerte. ¡La suerte es lo que nos ha mantenido con vida!

Frágil protección. ¿Qué variable se añade ahora?

De las 12.500 ojivas existentes, 2.000 están en estado de alerta máxima. Pueden llegar a destino en el plazo de entre 15 minutos y una hora. Quien apriete el botón siempre será un humano, pero depende de una interconectividad global que cada vez está más automatizada y es más vulnerable ante errores técnicos y ciberataques. Los sistemas ya han confundido una alarma con bandadas de gansos, nubes de tormenta y cohetes sonda.

"Se han confundido alarmas con bandadas de gansos, nubes de tormenta y cohetes sonda"

¿La guerra entre Israel y Gaza acorta la distancia al botón?

Son preocupantes las amenazas explícitas de Israel. Un ministro [Amijai Eliyahu] llegó a plantear la opción de lanzar una bomba atómica sobre Gaza, una posición nueva porque oficialmente Israel no ha admitido tener armas nucleares, y peligrosa, porque viene de un miembro del Gobierno que no tiene idea de cómo funcionan. Además, Irán está a un paso de tener armas nucleares.

"La amenaza de uso de armas nucleares también es violencia"

Se sabe que su uso desencadenaría un invierno nuclear.

¡Usarlas es un acto suicida! Su poder radica en la amenaza, y la amenaza del uso de armas nucleares también es violencia. No es una cuestión de seguridad, sino de proyección de poder. "Tenemos que demostrar que no somos eunucos", dijo el nacionalista indio Bal Thackeray al referirse a los ensayos nucleares que su país hizo en 1998. El esgrimir el prestigio a través de la capacidad destructiva es una forma de pensar muy patriarcal.

"Hay que dejar de ver las armas nucleares como un activo y verlas como una amenaza"

EEUU quiere instalar ojivas en Europa. Rusia no admite expansiones de la OTAN. ¿Qué propone?

Cambiar la narrativa. Cuando acabó la Guerra Fría, el mundo se relajó, pero quienes estaban detrás de la hegemonía nuclear no querían perder su privilegio y arguyeron que eran armas necesarias para la seguridad y la estabilidad. Es menester cambiar el discurso colectivo, porque su poder solo es simbólico. Hay que dejar de ver las armas nucleares como un activo y verlas como una amenaza.

"En 2023, la inversión directa en mantenimiento y modernización de las armas fue de 83.000 millones de dólares"

Detrás se mueve una industria.

La inversión directa de fondos públicos en mantenimiento, modernización y propaganda fue de 83.000 millones de dólares en 2023. Y de forma indirecta, de 118.000 millones. Nos enfrentamos a un monstruo con muchos tentáculos, pero es débil ante la lógica. Nuestro trabajo es generar conciencia.

La conciencia está saturada de amenazas: los virus, las guerras, el clima.

De ahí la importancia de trabajar en favor del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN), que han firmado 93 países. Como ocurrió con la esclavitud, o con las armas químicas, biológicas, terrestres y municiones en racimo, frente a las que hay una fuerte condena moral, el cambio normativo fue crucial para un cambio de paradigma.

Un cambio que no apoya la ultraderecha, en alza.

Empezamos el siglo XXI entendiendo que hay un orden internacional, que las personas valen por ser personas, y eso se pierde con los ultranacionalistas, centrados en sus fronteras. Las políticas nacionalistas fomentan la otredad, el deshumanizar a los otros. Lo vemos en los soldados israelís que llevan camisetas con el dibujo de una palestina embarazada y el lema '1 Shot 2 Kills’'. Ahí es donde se diluye cualquier esperanza de paz.

Le dieron el Nobel por perseverar.

Seguiré. Hay una violencia patriarcal estructural. Gente muy cómoda con su poder. Lo he notado en la oposición al TPAN de los países nucleares y sus aliados, incluida España.

"No hay ningún impedimento legal para firmar el TPAN. Solo significa rechazar las armas nucleares"

¿Qué le pasa a España?

En 2018 Pedro Sánchez dijo que lo iba a firmar, lo que debió poner muy nervioso a Josep Borrell. España ha podido contener la ola de la extrema derecha y una encuesta de 2918 reveló que el 80% está a favor de la firma de la prohibición. No hay ningún impedimento legal para firmar el TPAN. Solo significa rechazar las armas nucleares.

¿Ha construido un búnker, por si acaso?

No. Prácticamente no funcionan. El búnker gigante de Suiza no detiene una detonación directa. Es mejor prevenir.

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