Amnistía cuesta arriba

Madrid es una ciudad de cuestas, las hay de muy largas, empinadas e insufribles. Resulta simpático que algunas calles se llamen de una forma tan descriptiva, Cuesta Moyano, Cuesta de los Ciegos o Cuesta de las Perdices. Suenan muy madrileño y castizo. La amnistía para el Gobierno se ha transformado también en una dura pendiente, cuya aprobación hoy ya no es del todo segura. Al principio, el rumbo no tomó la dirección de una cuesta, sino de una bajada pronunciada, vertiginosa, tan rápida que logró imponer el "prieta las filas" dentro del PSOE. Ni un solo diputado se atrevió a rechistar, las objeciones de García Page no asustaban ni a una mosca y la crítica de Felipe González se despachó de la peor manera posible. El expresidente y referente histórico del socialismo español ha pasado a formar parte de ese club cada vez más grande de la 'fachoesfera', según la lógica polarizadora de Pedro Sánchez.

Hoy la amnistía es una cuesta cuyo final no se atisba y está por ver que pueda subirse a pie, o sea, tal como está redactada. Junts exige que su aplicación sea inmediata y que todo quede perdonado, incluyendo el terrorismo (si es que lo hubo con el Tsunami) y el delito de traición (las amistades peligrosas con el Kremlin están muy documentadas, como ha publicado EL PERIÓDICO). La aplastante victoria de 12 a 3 de los fiscales avalando la acusación de terrorismo de García Castellón supone un importante revés para el relato del Gobierno, que lo atribuía todo a la obsesión de ese juez en particular. No digo que esa votación y el debate en la Fiscalía no sean un reflejo del clima político, pero la cuesta de la amnistía se ha hecho más empinada. Tampoco de Europa han llegado buenas noticias, ya que el Parlamento ha pedido investigar la llamada 'trama rusa del procés', lo que reforzaría una imputación por alta traición. Y ya veremos lo que dice la Comisión Venecia, pero parece difícil que pueda avalar una ley que genera tantos problemas para el Estado de derecho. Con todo, si al final Sánchez logra sacarla adelante se habrá ganado a pulso su cuesta de la amnistía.