Consumo

Las rebajas resisten

Muchas personas seguimos optando por el pasear, acercarnos a la tienda, curiosear y conversar con el vendedor, frente a la frialdad de la compra por internet, guiada por la mayor oferta, la entrega a domicilio y, en ocasiones, el mejor precio

Más descuentos por el ‘stock’ acumulado y un prometedor inicio en domingo: así se presentan las rebajas de invierno 2024

Inicio de la campaña de rebajas de invierno.

Inicio de la campaña de rebajas de invierno. / MANU MITRU

Jordi Alberich

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Estamos ante unas rebajas de invierno que, salvo sorpresas, seguirán la tendencia de una más que correcta campaña de compras navideñas. Las rebajas han perdido aquel enorme atractivo de años atrás, reflejado de manera paradigmática en la imagen de los compradores apretujados a primera hora de la mañana frente a El Corte Inglés de la plaza Catalunya, a la espera de que abriera sus puertas el día después de Reyes. Pero, pese a todo, muestran una mejor salud de lo que se auguraba no hace tanto, cuando se aseveraba que el comercio 'on line', la generalización del 'low cost' y las promociones comerciales a lo largo de todo el año dejarían sin sentido las históricas rebajas de enero.

No ha sido así, y estos días los comercios tendrán una afluencia notable de compradores a la búsqueda de mejores precios. Tras esta inesperada capacidad de resistencia del período de rebajas subyacen dos razones que tienen que ver más con la inmutable condición humana que con la estricta racionalidad económica del consumidor.

De una parte, muchas personas seguimos optando por el pasear, acercarnos a la tienda, curiosear y conversar con el vendedor, frente a la frialdad de la compra por internet, guiada por la mayor oferta, la entrega a domicilio y, en ocasiones, el mejor precio. De otra, las rebajas de invierno siguen instaladas en nuestro imaginario como la tradición con la que dar por acabadas las Navidades. Y como sucede en muchos aspectos de nuestra vida colectiva, nos entregamos como nunca a lo tradicional, precisamente por la mayor necesidad de arraigo y reconocimiento en estos tiempos dominados por la supuesta modernidad y eficiencia de lo digital.

Si, además, apostamos por unas ciudades convivenciales, mimamos el espacio público y el comercio tradicional se adecua a los tiempos sin renunciar a su personalidad más propia, durante los próximos años seguiremos esperando el 7 de enero para ir de rebajas. Que así sea y que tengan muy buen 2024.

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