Acuerdo de claridad

De regreso a 2014

Aragonès ha insistido con todo el énfasis del que es capaz que lo que él quiere es un referéndum de autodeterminación. Al menos para contentar al flanco de catalanes que militan en el soberanismo 

El 'president' Aragonès y la 'consellera' Vilagrà dirigiéndose a la reunión del Govern.

El 'president' Aragonès y la 'consellera' Vilagrà dirigiéndose a la reunión del Govern. / Marta Pérez / Efe

Jordi Mercader

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Los expertos convocados por el presidente Aragonès para dotar de argumentos a su acuerdo de claridad le han hecho saber que solo le pueden repetir lo que ya se sabía en 2014. Que el reto es el mismo: cómo un Estado que se proclama constitucionalmente indivisible va a aceptar un referéndum de autodeterminación vinculante sin modificar el artículo 2 de la Constitución. Nada nuevo, el PSOE necesitaría muchos más votos en el Congreso que los de los 14 diputados independentistas si quisiera enfrentar esta reforma. Incluso la primera hipótesis de este informe, que consiste en una consulta a los catalanes para saber si quieren que el Parlament inicie un procedimiento de reforma de la Carta Magna, resultaría hoy mucho más difícil de celebrar que en 2010. La doctrina constitucional ha ido cerrando brechas. 

El dictamen es muy favorable a las tesis de ERC. Los académicos certifican que el 9N y el 1-O no reunieron los requisitos mínimos de un referéndum; que este no puede ser una operación unilateral y de parte; que hay otras fórmulas tan democráticas y legítimas como el referéndum para abordar el conflicto político y que la independencia no es la única alternativa. En definitiva, que se requiere negociación y consenso entre las fuerzas mayoritarias para alcanzar un pacto entre las instituciones que permita avanzar en alguna dirección.

Este informe no va a gustar a Junts, ni a la CUP, ni a la ANC. Quizás por eso, el presidente de la Generalitat no ha tardado ni cinco minutos en reaccionar a la exclusiva de este diario. Ha insistido con todo el énfasis del que es capaz que lo que él quiere es un referéndum de autodeterminación. Al menos para contentar al flanco de catalanes que militan en el soberanismo. Para el resto de los catalanes, ni mu.

Seguramente, los más voluntariosos ya habrán llegado a la conclusión de que tampoco la amnistía parecía una posibilidad no hace tanto y ahora parece inminente. Ciertamente. Sin embargo, queda por ver el texto del PSOE. Para Junts y ERC no será lo mismo que se presente la amnistía como la reparación de una injusticia perpetrada por el estado de derecho o como expresión de la voluntad de reconciliación de los catalanes en el respeto a la Constitución. 

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