De calvo a calvo

Al disperso, agitado y efervescente mundo perico ha llegado por fin el mejor factor de cohesión posible: la absoluta repulsa que nos produce el episodio del danés Braithwaite. ¡¡Gracias Martin: nos ha puesto de acuerdo a todos!! 

El futbolista que menos nos pensábamos que haría lo que ha hecho. ¿Qué es lo que ha hecho? Leedlo bien: mearse en el escudo, en la afición y en sus compañeros. Un tres en uno en toda regla. Lo siento pero no: somos el RCDE, con cerca de 123 años de historia. 

Un pulso absurdo a todas luces incoherente. Es tal cual. De buen seguro que es una gran persona, pero ni lo ha demostrado y su conducta resulta del todo reprobable.

Por suerte, o mejor dicho por coherencia, algún asesor le ha recomendado que no haga el gilipollas y que no se crea el dueño del planeta, porque esto del fútbol no va así. 

Ni desde luego la vida.

Hace bien el club en mostrar una actitud firme (ejemplar de nuevo, señor Garagarza) y hará mejor en hacer pública hoy una dura sanción por incumplir un código disciplinario. Porque imaginad que le sale gratis marcharse sin dar explicación antes del primer amistoso de la pretemporada y que en lugar de hacerlo él solito, lo hacen diez jugadores. ¿Por qué no? 

Porque si lo hacen diez compañeros más y si tú tenías derecho, ¿tus compañeros también, no? ¿Qué imagen dais y qué imagen da la institución? Te la suda, supongo. Pues si tienes tanta pasta, pagas la cláusula que firmaste y adiós muy buenas. Y adiós.

O por ejemplo este artículo no se lo envío a Paco Cabezas, jefe de Deportes de El Periódico. No doy señales de vida, me voy unos días a Copenhague. Sin móvil. Eso es lo que has hecho tú. ¿Cómo le llamarías a esto? ¿Qué edad tienes? 

Mi final es feliz y sincero, Martín. De calvo a calvo.

A tu peluquero, ¿le pagas por el servicio o es él quién lo hace para realizar experimentos? Dile que no haga más inventos. Lleva la calva con dignidad. Que mola.