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'Sálvame' se va a Netflix, donde están los espectadores

Terelu Campos marchándose del plató de 'Sálvame'

Terelu Campos marchándose del plató de 'Sálvame' / Redacción Yotele

Albert Sáez

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'Sálvame De Luxe' emitió este viernes su última edición... en Tele 5. Volverá en otoño en... Netflix. Cuando los usuarios cambian de hábito, las revoluciones son imparables. El consumo de contenidos audiovisuales a través de plataformas de 'streaming' (Netflix, Movistar, Amazon Prime, HBO, etc) lleva varios años de crecimientos anuales de dos dígitos, especialmente después de la pandemia. Los espectadores las han utilizado hasta ahora para ver series, películas, documentales y deportes de alta competición. Mientras, la televisión convencional, de consumo sincrónico a la emisión, se ha ido especializando en los reality, los concursos, las tertulias y los informativos. Los tres últimos meses han sido los de menor consumo de televisión convencional de la historia. Y en la nueva temporada, todo indica que este proceso se puede acelerar porque algunos programas emblemáticos de la televisión convencional van a pasar a emitirse en las plataformas, entre ellos la nueva versión de Sálvame. La tendencia, pues, parece ya irreversible aunque todo pueda cambiar en el último momento. 

Aparentemente, el consumo vía 'streaming' empodera a los espectadores porque les permite elegir el momento en el que acceden a los programas y liberarse de las parrillas y del famoso qué echan en la tele. Pero también empodera a los productores y emisores porque les permite un conocimiento mucho más preciso de los gustos de cada usuario y, gracias a los algoritmos, orientarlos hacia unos determinados contenidos. Con todo, el cambio fundamental es en los players del sector. De las todopoderosas cadenas de televisión basadas en una concesión del Estado, pasamos a multinacionales fundamentadas en la innovación tecnológica y de muy difícil regulación. Vamos de un coto cerrado al salvaje oeste, y todos los extremos son malos. Y para acabarlo de complicar, el incremento del 'streaming', que en nada se normalizará también en los móviles, satura las redes de telecomunicaciones sin que las plataformas contribuyan a financiarlas de manera equitativa al uso que hacen de ellas. Otro reto a superar. 

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